A dos años del 11J, las masivas protestas en Cuba: “El pueblo está convencido de que se encuentra gobernado por criminales”

Hoy se cumplen dos años de las históricas protestas en las que miles de cubanos salieron a las calles al grito de “hambre”, “abajo la dictadura” y “patria y vida”. A partir de ese momento, la persecución del régimen se incrementó contra la población, el número de presos políticos se disparó y las múltiples denuncias de malos tratos y torturas contra ellos también.

“El pueblo cubano está despierto desde hace décadas, pero hay un antes y un después del 11 de julio de 2021. Marca el inicio de una nueva etapa que no ha cesado. Los cubanos, cantando ‘no tenemos miedo’, salieron a reclamar libertad, patria y vida”, manifestó en diálogo con Infobae Rosa María Payá, hija de Oswaldo Payá, el disidente cubano asesinado por la dictadura.

Preguntada sobre si en estos dos años se incrementó la persecución contra la población, la activista señaló que “el régimen ha llevado el terrorismo de estado al próximo nivel. Hoy hay personas presas en Cuba por compartir un post en Facebook. El terror infundido por la dictadura, la violencia y la represión política son una medida de la fragilidad de esta gente que sabe que tiene sus días contados en el poder porque el pueblo no los quiere y está dispuesto a asumir el mayor costo posible, que es la propia vida por la libertad”, consignó.

En las últimas horas, Payá recordó en su cuenta de Twitter el caso de Félix Navarro, quien acaba de cumplir sus 70 años en prisión porque el 12 de julio de 2021 fue a una estación de la Policía a preguntar por los desaparecidos de las protestas iniciadas el 11J.

Consultada el respecto, detalló: “Félix dirige el Partido por la Democracia en Cuba. Él y su hija Saylí Navarro, ambos fundadores de la iniciativa Cuba Decide, están condenados por defender a manifestantes del 11 de julio. Como ellos hay más de mil cubanos, incluyendo más de 100 mujeres y más de 30 menores en prisión hoy. Hay más prisioneros políticos en Cuba que en el resto del continente todos sumados”, completó.

Por su parte, Javier Larrondo, presidente de la ONG Prisoners Defenders, indicó a Infobae: “Antes del 11 de julio, la disidencia estaba muy marginada, incluso a nivel de los gobiernos democráticos había cierto pensamiento de que la disidencia en Cuba no podía dar una alternativa a la situación”.

“El 11 de julio los gobiernos del mundo entero se dieron cuenta de que la situación en Cuba no es cuestión de una disidencia o de una oposición, si no que se trata de un pueblo que está siendo oprimido, reprimido hasta niveles para ellos, para estos países democráticos, hasta entonces insospechados, inusitados. La conclusión es que primero el pueblo, desde luego, ha despertado porque la represión que hubo a raíz del 11 de julio despertó a muchísima gente que se creía que tenía un gobierno obsoleto, viejo y ahora se saben gobernados por criminales. Y eso es un cambio de naturaleza brutal”, analizó.

Luego sostuvo que, “sin duda alguna, lo que ha ocurrido estos dos años es que la represión, que antes estaba focalizada en una disidencia de algún modo reducida o limitada por todos los condicionantes represivos, se ha tornado mucho más amplia y ha alcanzado efectivamente a la población civil de una manera muy evidente que el pueblo además ha sabido interpretar. Por eso el pueblo hoy en día está plenamente convencido de que se encuentra gobernado por criminales”.

En su más reciente informe, la mencionada Prisoners Defenders denunció el caso de José Daniel Ferrer, uno de los presos políticos emblemáticos de Cuba. “Lo están matando. Lo tienen confinado sin apenas ver la luz ni a nadie desde su detención, el 11 de julio de 2021, hace dos años; y además semidesnudo en una celda diáfana, blanca, con instrumentos de tortura, entre ellos una lámpara permanentemente encendida día y noche, y un resonador activo de frecuencias inaudibles que provocan lesiones celulares en su sistema nervioso por el estrés y la vibración mecánica al que lo someten”, especificó el escrito.

“Ha estado varias veces, estos dos años, en desaparición forzada, ratificado en dos ocasiones por el CED de Naciones Unidas. Lo sabemos bien porque Prisoners Defenders es el denunciante. Cuando Naciones Unidas elimina la acción urgente, una vez que la familia lo ve una sola vez, el régimen vuelve a incomunicarlo por meses y aumentar las torturas”, continuó.

Y subrayó: “Está padeciendo palizas tremendas, la mencionada tortura sónica, envenenamiento químico, desatención médica grave, torturas psicológicas enormes y un aislamiento que sólo un ser extraordinario como Ferrer puede aguantar”.

Al respecto, Rosa María Payá manifestó a Infobae: “José Daniel es inquebrantable. Raúl Castro y el G2 cubano lo saben, por eso lo mantienen en una celda inmunda e incomunicado. Lo odian porque no lo podrán quebrar y porque le temen a su liderazgo como coordinador de la Unpacu y Cuba Decide”.

“Es muy importante aumentar la presión internacional por la liberación de José Daniel y todos los presos políticos. Es una situación muy peligrosa porque sabemos que la dictadura está dispuesta a matar y sabe que José Daniel no se doblegará jamás”, concluyó.

En tanto, Larrondo expresó a este medio: “Es el primer Gandhi del siglo XXI. Ni siquiera Mandela, que en su vida recurrió a la violencia, tuvo un expediente tan honorable, tan impoluto, como José Daniel Ferrer”.

En conversación con Infobae, Nelva Ismarays Ortega-Tamayo, esposa del líder de la Unpacu, describió hace poco más de 20 días la crítica situación que atraviesa el opositor. Remarcó que está “enfermo” y denunció “la pésima alimentación, el agua no potable” y que está “sólo en compañía de mosquitos y roedores”.

“Es muy preocupante la situación con respecto a mi esposo (...). No descartamos que esté muy mal su estado de salud, bien deteriorado, al pedir en la nota (escribió un pequeño escrito) antibióticos de amplio espectro y cuatro tipos de analgésicos cuando mi esposo apenas tomaba medicamentos, sólo durante crisis. Tememos que su vida esté corriendo grave peligro”, señaló.

La esposa de Ferrer sostuvo que la dictadura “no quiere que el mundo sepa y menos que denuncie lo que están intensificando con todos esos mecanismos de tortura que le vienen aplicando desde el 11 de julio (de 2021)” a su marido. “Su mayor objetivo es aniquilarlo lentamente y de forma cruel para lograr debilitarlo, para que acepte el destierro, a pesar que se sabe muy bien que prefiere morir antes que abandonar su patria”, concluyó.

En su más reciente informe -publicado este lunes-, Prisoners Defenders indicó que 1.047 personas se encuentran en estos momentos privadas de su libertad por motivos políticos en Cuba. De ese número, más de la mitad -661- son presos de conciencia del 11J que sólo se manifestaron pacíficamente.

La organización enfatizó que todos los presos políticos y sus familias, incluyendo menores y mujeres, “son torturados sin piedad”. Esto ya lo había anticipado en diálogo con Infobae en abril pasado el propio Javier Larrondo, presidente de la ONG, quien en ese momento describió los brutales métodos de la dictadura castrista contra la población.

“El resultado de nuestro estudio fue brutal. Todos son torturados. El 70% tiene de tres a cinco tipos de tortura a sus espaldas. El más torturado tenía 15 tipos de tortura y era un menor de 17 años. El informe de 101 casos demuestra que todos los presos políticos están siendo torturados y, por eso, siempre lo mencionamos en los informes. Además, fue un informe adoptado por el Comité contra la Tortura que, en sus declaraciones, mencionó todas las cosas que decimos en él”, recordó el activista a este medio.

Y siguió: “En el informe hablamos de 15 tipos de torturas, maltratos, tratos degradantes o inhumanos. Es un campo bastante abierto, ¿no? Bueno, pues algunas de las que hacen a los familiares son amenazarlos con que si publican cualquier cosa en Facebook u otra red social, su familiar no va a volver a ver la luz del sol en la vida, por ejemplo”.

También manifestó que a los familiares les colocan “un agente de la seguridad asignado. Entonces, ese agente tiene subagentes o él mismo vigila a los familiares en la puerta de sus casas. Muchas veces no los dejan salir de sus viviendas. Los citan habitualmente a la comisaría de Policía, los amenazan constantemente, les amenazan con la salud de familiares, pues, por ejemplo, que necesitan tratamiento médico; les amenazan con la escuela a la que va su hijo, o sea, el tipo de tortura psicológica, emocional, mental y físicas también. Porque, claro, hay muchas familias que se llevan golpes, detenciones, etcétera... La cantidad de tipos de tortura que se emplean contra los familiares son muy amplias”.

La semana pasada, el artista disidente cubano Luis Manuel Otero Alcántara comenzó una huelga de hambre y sed para reclamar su liberación en vísperas del segundo aniversario del 11J.

“Luis Manuel Otero Alcántara nos comunicó que iba a comenzar una huelga de hambre, su sexta huelga de hambre y de sed exigiendo como demanda su libertad, algo con lo que ha sido chanteajeado desde hace casi un año por parte de la Seguridad del Estado”, explicó su pareja, la activista Claudia Genlui, en diálogo con Martí Noticias.

Y siguió: “Se encuentra en estado delicado de salud, pues ya las huelgas anteriores han provocado en él serios agravios. Estamos desesperados realmente y muy preocupados porque su vida está en peligro”.

Consultada sobre qué representó el 11J, la compañera de Otero Alcántara subrayó: “En toda la historia de Cuba, nunca había existido un 11 de julio, de que tantos cubanos, de una manera tan masiva y espontándea, se sumaran a las calles a exigir libertad. Creo que eso nos marcó a todos... Un antes y un después”.

Otero Alcántara, de 35 años, fue condenado el 24 de junio de 2022 por un tribunal de la dictadura cubana a cinco años de cárcel por los delitos de ultraje a los símbolos patrios, desacato y desórdenes públicos.

Genlui insistió en que se trata de la sexta huelga de hambre que realiza Otero Alcántara en la cárcel de máxima seguridad de Guanajay, en la provincia de Artemisa, vecina de La Habana, donde está recluido. Fue detenido el 11 de julio de 2021 cuando salía de su casa en la capital para unirse a las inéditas manifestaciones que estallaron ese día.

El artista, que rechazó apelar su sentencia, “se niega a aceptar la cárcel como su destino, se niega a aceptar las infinitas rejas, las camas de piedras, la luz blanca que nunca se apaga, los 20 minutos de teléfono a la semana, la visita familiar mensual hipervigilada”, concluyó la activista.

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