El expresidente de Uruguay José Mujica asumió la responsabilidad de los gobiernos del Frente Amplio –la coalición de izquierda que integra y que gobernó durante 15 años– por la crisis del agua que atraviesa el país. “Tendríamos que haber arrancado antes”, dijo el exmandatario en referencia a las inversiones que el país necesita para ampliar sus reservas de agua potable.
“Se me van a enojar, (pero) nos dormimos todos. Compartamos la responsabilidad. Es mi manera de pensar”, afirmó Mujica este martes en una rueda de prensa.
El Frente Amplio gobernó entre 2005 y 2020. Tabaré Vázquez le pasó la banda presidencial a Mujica para que fuera presidente entre 2010 y 2015. En el último tramo de ese período, Vázquez volvió a la casa de gobierno.
En el mandato final de Vázquez, una de las inversiones anunciadas fue la de una represa en el arroyo Casupá (150 kilómetros al norte de Montevideo). El gobierno anterior avanzó en los estudios técnicos y consiguió la aprobación de un préstamo por US$ 80 millones de CAF-Banco de Desarrollo de América Latina para financiar la obra.
Pero la inversión nunca se concretó. Ahora que en Montevideo el agua de las canillas sale salada y el gobierno estima que en pocos días dejará de ser potable, el oficialismo y la oposición cruzan críticas por las obras no concretadas.
Mujica ironizó con la represa sobre el arroyo Casupá que quedó inconclusa: “Ay, el bendito déficit fiscal. Estaba el proyecto pronto, estaba la financiación, pero hacía saltar el déficit fiscal pa’ arriba. Podríamos haber hecho a tiempo Casupá”.
El expresidente sostuvo que las obras que el actual gobierno de Luis Lacalle Pou quiera hacer tendrán un costo mayor. “Cualquier remiendo de apuro es más costoso”, afirmó Mujica.
Al inicio de su mandato, Lacalle Pou decidió no avanzar con la obra de Casupá y priorizó un nuevo proyecto, más ambicioso, que implicaba una inversión mayor. Un consorcio de empresas privadas le presentó un plan para construir una planta potabilizadora sobre el Río de la Plata. La inversión superará los US$ 200 millones.
Pero esta obra no comenzará a construirse en el corto plazo. OSE, la empresa estatal encargada del abastecimiento del agua, recibió semanas atrás las propuestas de las empresas interesadas en invertir y todavía no adjudicó la licitación.
Como medida paliativa, el gobierno impulsó que se construya un embalse en la zona del Río San José, al oeste de Montevideo, para abastecer a la capital y sus alrededores de un agua de mayor calidad.
¿De quién es la culpa?
La consultora Factum difundió esta semana los resultados de una encuesta sobre quién tiene la responsabilidad por la crisis hídrica. El resultado general del estudio muestra que la opinión pública divide la culpa entre el gobierno actual y los anteriores.
Ante la pregunta sobre quién es el máximo responsable por no haber hecho obras para tener más reservas de agua, la mayoría (41%) cree que es el gobierno actual en conjunto con los anteriores. Un 32% culpa a las administraciones frentistas por no haber hecho la represa de Casupá y otras obras mientras que un 15% responsabiliza al gobierno de Lacalle Pou por suspender esa construcción.
El 15% de los encuestados afirma que ninguno es responsable porque se trata de un fenómeno de la naturaleza. El 2% no opinó.
Respecto a la actuación de Lacalle Pou y su gobierno en la crisis, los resultados de Factum muestran un saldo negativo para el mandatario. El 63% evalúa el desempeño del presidente de forma negativa (un 34%, dice que fue muy malo; un 29%, malo) mientras que un 30% cree que su actuación fue positiva (27%, dice que fue buena y 3% muy buena). El restante 7% no opinó.
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