(Washington, Estados Unidos) La crisis política judicial y electoral que vive Guatemala por estas horas ante la decisión de la Corte Constitucional de aceptar un recurso presentado por 9 partidos políticos que perdieron en las elecciones de la primera vuelta para frenar la convocatoria a la segunda vuelta y la asignación de cargos, llevó a que la Organización de Estados Americanos (OEA) debiera moverse con rapidez.
Por ese motivo la Misión de Observación Electoral (MOE), que ya se había replegado esta semana luego de su informe preliminar, volvió a Guatemala para “tener ojos propios” en un clima de mucha tensión política.
Según supo Infobae, diez observadores con experiencia técnica ya están desplegados en Guatemala para observar el desarrollo de las nuevas audiencias de revisión de escrutinio departamental que ya desde este martes se están realizando en todo el territorio nacional. El jefe de la MOE, el ex canciller paraguayo Eladio Loizaga no viajó.
La OEA anunció el lunes el nuevo despliegue de la misión en un comunicado en el que deja claro que para la organización “esta segunda revisión” que van a observar “no está prevista en el calendario electoral original”.
Al igual que Estados Unidos, la Unión Europea, un grupo de embajadores en Guatemala de países europeos con gobiernos de diferente signo político y diversas organizaciones sociales y observadores locales, la OEA entiende que en las elecciones del domingo 25 de junio no hubo fraude electoral y que estos pasos que se están dado a través de la judicialización del sistema electoral no son legítimos.
Pese a eso, la OEA entiende que debe estar allí para observar de primera mano los acontecimientos clave de esta semana.
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Para lograr este nuevo viaje de observadores, entre los que se encuentran especialistas en organización y tecnología electoral, la OEA debió movilizarse rápidamente para lograr recursos. Las MOE se financian con donaciones de países que ponen recursos para poder garantizar que estas misiones de expertos independientes puedan cumplir su trabajo.
Los países deben invitar a la OEA a realizar una misión de observación previo a cada elección y una vez establecidas las condiciones se firma un acuerdo el que se establece darles a los observadores inmunidad diplomática para que puedan realizar sus tareas libremente. Allí se establecen también condiciones que permiten que ante situaciones como esta o en cualquier momento del ciclo electoral la OEA pueda tener a sus observadores en el territorio.
En qué está el proceso en Guatemala
Luego de que 9 partidos perdedores en las elecciones del domingo 25 presentaran recursos por supuesto fraude, la Corte Constitucional de Guatemala ordenó al Tribunal Supremo Electoral (TSE) que suspendiera la convocatoria a la segunda vuelta prevista para agosto y la asignación de cargos correspondiente, para realizar nuevamente las audiencias de revisión de escrutinio en las juntas electorales departamentales.
Pese a la dudosa legitimidad del fallo, el TSE anunció el domingo que decidió acatar la resolución de la Corte Constitucional y desde este martes se están realizando las audiencias de revisión nuevamente.
La clave que determinará el rumbo de la elección -y para los observadores extranjeros también definirá si se respeta el estado de derecho y el voto de los ciudadanos- es qué se hace en esas audiencias de revisión. Si allí solo se revisan las actas y se vuelven a controlar las impugnaciones realizadas por los fiscales de los partidos el día de la elección se respetará lo que marcan las leyes electorales. En cambio, si se abren las bolsas para volver a contabilizar nuevamente los votos, como pretenden los partidos denunciantes, se estará realizando algo no previsto en el marco normativo.
Cada partido podía tener fiscales en cada mesa de votación. Según la OEA, los partidos principales, que son los que hoy denuncian fraude, tuvieron representantes en la enorme mayoría de las mesas de votación. Sin embargo, el domingo solo fueron impugnados el 0,01% de los votos por parte de esos fiscales. Además, los candidatos de los partidos que ahora denuncian fraude, reconocieron la derrota el día de la elección.
Las organizaciones que se movilizan para defender el resultado electoral del domingo 25 temen que si en vez de revisarse solo las observaciones realizadas el domingo se vuelven a abrir las urnas para contar los votos, puede llegar a alterarse lo que pasó.
Así también lo manifestó el candidato Bernardo Arévalos, que quedó en el segundo lugar en la elección. Según dijo en entrevista en CNN, si se abren “las bolsas donde están los votos y empiezan a hacer un reconteo sería terrible, porque cualquier cosa puede pasar: cambiar votos o cambiar papeletas”.
“La pregunta es qué es lo que están buscando. En un cotejo de actas lo único que van a encontrar es la confirmación de que el Movimiento Semilla ha obtenido el segundo lugar en estas elecciones. En todo caso las variaciones serían muy menores. Tenemos una diferencia de 200 mil votos y eso no se va a resolver con un cotejo de actas. Los peligros son que decidan recurrir a cuestiones ilegales, como abrir las bolsas donde están los votos”, agregó.
Según dijo, al igual que cuando se proscribieron otros candidatos, el próposito que hay detrás de esta movida puede ser el de “diferir indefinidamente la segunda vuelta” o peor aún, que se lo elimine a él de la contienda. “Que mediante estas maniobras electorales se elimine mi candidatura y que se suba a quien quedó en el tercer lugar en la primera ronda que es el candidato del gobierno, Manuel Conde y que el balotaje se haga entre Torres y Conde. No nos preocupa el cotejo de las actas, porque estamos seguros de nuestra victoria”, agregó.
Arévalos fue la sorpresa de la elección, porque ninguna de las encuestas previas lo ubicaba con posibilidades de entrar al balotaje. Le asignaban menos de un 5% de intención de voto. Otros candidatos que las encuestas marcaban con posibilidades reales fueron inhabilitados, en un hecho también criticado por la OEA.
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