(Washington, Estados Unidos) La misión de observación de la Organización de Estados Americanos (OEA) que viajó a Guatemala para monitorar las elecciones en ese país del pasado domingo 25 de junio emitió este martes su informe preliminar en el que “condena los episodios de violencia registrados en días previos a la elección, que resultaron en la muerte de varias personas, incluyendo candidatos y otros actores políticos”. La mayoría de las observaciones críticas son de la etapa previa al día de la elección, pero también deja una alerta para la segunda vuelta
En las elecciones del domingo en Guatemala ninguno de los binomios presidenciales alcanzó el 50% de los votos por lo que habrá una segunda vuelta electoral el 20 de agosto entre la candidata del Partido UNE, Sandra Torres, que obtuvo el 15,7% de los votos y el candidato del Movimiento Semilla, Bernardo Arévalo, que obtuvo el 11,8 por ciento.
La participación fue baja: el 60,47% de los habilitados para votar fue a las urnas el domingo.
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La Misión de Observación Electoral (MOE), que estuvo ecabezada por el ex canciller paraguayo Eladio Loizaga y con presencia en el territorio desde el 13 de junio, asegura que en la previa a las elecciones “hubo intentos de homicidio y varios episodios de agresiones y actos de intimidación electoral”. Asegura que “en la noche anterior a la elección, la MOE tuvo conocimiento de múltiples enfrentamientos por traslado de votantes y sospechas de acarreo en varias localidades del país”.
También detalla “la exclusión de candidaturas y de la incertidumbre en torno a la vigencia de postulaciones impugnadas”, algo que “persistió hasta las vísperas de la jornada electoral”. La OEA destaca que las inhabilitaciones generaron “confusión y malestar, y erosionó la confianza ciudadana en las autoridades electorales y judiciales”.
La misión de la OEA cuestiona que al 22 de junio se habían inscrito 30 partidos políticos y 41.430 personas como candidatos, de los cuales el 10% (4.155 en total) fue excluido. Eso incluye cuatro binomios presidenciales. “El principal motivo fue el incumplimiento de alguno de los requisitos de inscripción. Además de la descalificación administrativa, también fueron excluidas por vía judicial un alto número de candidaturas”, resaltó el informe.
Más allá de todos los señalamientos por los episodios del ciclo pre-electoral, la MOE de la OEA considera una “realización exitosa de los comicios” del domingo, aunque, “invita a reflexionar sobre las elevadas cifras de abstencionismo, votos nulos y votos en blanco, que muestran una señal clara de desafección ciudadana”.
“Más allá de políticas públicas orientadas a elevar la participación electoral, la Misión insta a que las fuerzas políticas busquen una mayor conexión con la ciudadanía, escuchen sus preocupaciones y generen respuestas que atiendan la realidad del país”, dice el informe preliminar.
Qué pasó el día de la elección
La OEA destaca en su informe preliminar que el domingo de las elecciones, “hubo incidentes en al menos cinco localidades del país”. Asegura que al cierre de la votación también hubo “actos intimidatorios” en la Ciudad de Guatemala, en donde “se registró el lanzamiento de explosivos menores contra un centro de votación y un vehículo”.
Otra de las observaciones de la MOE tiene que ver con los retrasos en la transmisión de resultados dado que a las diez de la noche sólo el 6,85% de las actas totales habían sido procesadas. El retraso en la transmisión de resultados se explica por la duración del escrutinio en mesa y la inaplicación del criterio de priorización de la elección presidencial en el conteo y transmisión de votos, en varios departamentos, a pesar de las indicaciones incorporadas en los instructivos”, dice el informe.
El informe también cuestiona aspectos del financiamiento electoral en Guatemala. Asegura que tuvo conocimiento de “posibles actividades clientelares y otorgamiento u ofrecimiento de prebendas, regalos o retribuciones en el marco del proceso electoral”. Los observadores de la OEA desplegados en Alta Verapaz observaron compra de votos. “Asimismo, organizaciones de la sociedad civil denunciaron el posible uso de recursos públicos con fines electorales. Estas actividades son ilegales según la Ley Electoral y de Partidos Políticos de Guatemala y atentan contra la equidad en la contienda”, dice el informe.
Una alerta para el balotaje
Sobre el final del informe, la MOE destaca una alerta para lo que se viene en Guatemala. Asegura que dada la alta judicialización de las candidaturas, que “produjo inestabilidad e incertidumbre en la ciudadanía y erosionó la credibilidad del proceso”, es muy importante resolver rápido cualquier contienda que pueda quedar abierta de la primera vuelta.
“Es indispensable que las candidaturas que han sido respaldadas para avanzar al balotaje gocen de definitividad, dado el respaldo ciudadano expresado en las urnas”, dice la OEA.
Para ello recomienda “resolver con celeridad las controversias derivadas de la primera ronda, atendiendo a los plazos del calendario electoral, a fin de que la votación en la segunda vuelta se lleve a cabo sin impugnaciones pendientes y que los actores políticos y la ciudadanía acudan a las urnas con plena certeza de las condiciones de la contienda”.
Otra de las recomendaciones que realiza la OEA para las elecciones de segunda vuelta consiste en mejorar la comunicación oficial, dado que en las elecciones del domingo, asegura la MOE, fue “infrecuente y poco asertiva, sin que se notara un control de la narrativa por parte de de la máxima autoridad electoral”.
Para eso recomienda “elaborar un plan de comunicación estratégica que brinde información constante y oportuna” para evitar “vacíos de comunicación y desinformación durante la campaña y el día de la elección”.
Las encuestas
En otro de los pasajes, el informe de la OEA critica a las encuestas por “la falta de correspondencia entre los resultados oficiales el día de la elección y todas las encuestas ampliamente difundidas con antelación”.
“Este divorcio lo ha venido observando la OEA en distintas elecciones. Aunque la Misión comprende que las encuestas no son un instrumento de predicción de resultados, sino una fotografía de las preferencias declaradas en un momento dado, también es consciente de que tienen un impacto sobre el desarrollo del proceso electoral. Por ejemplo, influyen sobre la atención mediática que reciben las candidaturas y su participación en espacios de discusión y debate”, dice el informe de la MOE.
La OEA “insta a las instituciones y empresas que realizan sondeos pre-electorales a revisar su metodología de forma que capture más fielmente la realidad”.
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