Hace un par de semanas, Ricardo Mewes, presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC) accedió a reunirse con el ministro de Hacienda de Chile, Mario Marcel. Lo hizo en compañía de los representantes de las seis ramas empresariales que integran la CPC.
Marcel les presentó un desglose de lo que el gobierno llama Pacto Fiscal, un nuevo intento por promover una reforma tributaria que ya había sido rechazada en el Congreso. Aquel encuentro hizo que parlamentarios de derecha expresaran su molestia por lo que consideraron que era saltarse la discusión de la reforma, que entre otros puntos implica un alza tributaria y otros mecanismos que aseguren una mayor recaudación fiscal.
Tanto el ministro como el representante de los empresarios parecieron salir satisfechos del encuentro. Expresaron palabras de buena crianza y quedaron de seguir trabajando juntos.
Tanto, que al día siguiente Mewes llegó hasta La Moneda para reunirse con el presidente Gabriel Boric, lo que parecía indicar que las posiciones se habían acercado bastante.
Pero no fue así. Ayer, la CPC dio a conocer las conclusiones de ambos encuentros en un comunicado de prensa.
“Estimamos que recaudar por la vía de alzas tributarias o nuevos impuestos no es el camino adecuado, pues ello impide que Chile recupere su capacidad de crecer, de crear mejores condiciones para la inversión y de generar empleos formales y de calidad, elementos esenciales para satisfacer de manera sostenible las demandas de la sociedad”, dice el escrito, en el que además se critica que le economía chilena esté estancada, “lo que hace perjudicial la carga tributaria”.
La CPC desglosa el panorama de la economía chilena: dice que el primer trimestre de este año la actividad se contrajo 0,6% anual y la inversión retrocedió 2,1 por ciento. Y afirma que la mayoría de los analistas espera para este año un desempeño económico de un rango entre -0,5% y -0,25% y para delante todas las proyecciones anticipan un crecimiento muy débil.
“Por lo tanto, lo que Chile actualmente necesita son acciones que permitan recuperar el ritmo de crecimiento, crear condiciones para que proyectos de inversión se desarrollen en el país, se reimpulsen las concesiones, se generen empleos de calidad y se avance mayor formalidad en todos los sectores”, agrega.
La declaración de los empresarios concluye diciendo que aunque no les corresponde negociar ni aprobar proyectos de ley, sí es su deber dar su opinión y promover políticas eficaces para el desarrollo de Chile.
Tecla tributaria
Una vez que se conoció la carta de la CPC, fue el propio ministro Marcel el que respondió a la agrupación. “Es evidente, por el tenor de esa carta, que ha habido un cambio de actitud o posición respecto del pacto fiscal, porque hasta hace no mucho tiempo escuchábamos una actitud bastante más abierta a los temas tributarios”, dijo el ministro, quien agregó que “eso se va alejando un poco de las cosas que escuchábamos en la época del estallido social, en que muchos empresarios dijeron que había que hacer un esfuerzo por aportar más recursos al fisco para financiar programas sociales”.
Mario Marcel aseguró que seguirán trabajando con la CPC y que quizás tendrán que recorrer un camino más largo para llegar a ese pacto fiscal. “Es imposible pensar en políticas o estímulos para la inversión, por ejemplo, que no toquen la tecla tributaria”, añadió.
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