La activista Rosa María Payá -fundadora del movimiento Cuba Decide e hija de Oswaldo Payá, disidente asesinado por el régimen castrista en 2012- denunció este miércoles ante la OEA que “las violaciones de derechos humanos en Nicaragua, Cuba y Venezuela son reales y no son una narrativa” y sentenció que “es hora que los Estados se unan contra los dictadores”.
Payá hizo alusión de esta manera a polémicos comentarios que realizó el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva a fines de mayo en un acto junto a Nicolás Maduro, al calificar las denuncias de autoritarismo en Venezuela como una “narrativa”. En una rueda de prensa en Brasilia, el líder del Partido de los Trabajadores (PT) dijo: “Contra la gente se construye narrativas. Nicolás Maduro sabe muy bien la narrativa que han construido contra Venezuela. Ustedes saben la narrativa que han construido sobre el autoritarismo y la antidemocracia. Ustedes tienen como medios desconstruir esa narrativa”.
En el marco del 53° período ordinario de sesiones de la Asamblea General de la OEA, que comenzó este miércoles en Washington y se prolongará hasta el viernes, Payá también señaló a la “injerencia autoritaria de la dictadura cubana como factor fundamental” en la inestabilidad democrática en la región y afirmó que la “exportación del modelo represivo cubano” fue crucial en el “colapso de la democracia en Venezuela”.
“La contrainteligencia militar en Venezuela está en manos de agentes cubanos”, advirtió.
El pasado 12 de junio, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) determinó que la dictadura cubana es responsable del asesinato en 2012 de Harold Cepero y Oswaldo Payá, padre de Rosa María Payá. El órgano de la OEA creado para promover la observancia y la defensa de los derechos humanos concluyó que agentes del régimen castrista provocaron el accidente automovilístico en el que murieron los disidentes cubanos.
En diálogo con Infobae, Rosa María Payá narró sus sensaciones tras conocerse la resolución de la CIDH. “La verdad de los sucesos se ha impuesto y nos acerca a un futuro de justicia que sólo llegará cuando se cumpla el sueño de libertad de mi padre para Cuba”, dijo.
“Más presión”
Por otra parte, distintos activistas de la sociedad civil pidieron a la OEA “una mayor presión” sobre los regímenes de Nicaragua, Cuba y Venezuela en una rueda de prensa el lunes, dos días antes del incio de la asamblea general de la organización.
“Necesitamos hechos, no palabras”, declaró a la agencia de noticias AFP el cubano Félix Llerena, de 26 años, quien reclama “una condena ante la falta la democracia en Cuba, Venezuela y Nicaragua”.
Los activistas piden a la OEA “una mayor presión hacia los regímenes” de estos países, que “ponen en duda la capacidad de acción de una organización que está encaminada precisamente a prevenir (...) lo que está sucediendo”, aseguró el nicaragüense Max Jerez, de 29 años.
Jerez es uno de los 222 ex presos políticos expulsados a Estados Unidos en febrero pasado por el régimen de Daniel Ortega y de su esposa y vicepresidenta Rosario Murillo. Nicaragua anunció su salida de la OEA después de que la organización no reconociera las elecciones de 2021 en las que Ortega fue reelegido con sus potenciales rivales presos o en el exilio.
El borrador sobre Nicaragua, presentado por Estados Unidos, Canadá, Chile, Costa Rica y Antigua y Barbuda es motivo de discrepancias.
El gobierno del presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, a través de su misión permanente ante la OEA, pidió introducir cambios que restan fuerza al mensaje, pidiendo por ejemplo eliminar una frase que expresa “preocupación por los informes sobre el deterioro de la situación de derechos humanos de las mujeres, pueblos indígenas y afrodescendientes”, u otra que afirma que “el empeoramiento de las condiciones ha provocado que cientos de miles de nicaragüenses hayan abandonado el país desde 2018″.
También matiza términos: sustituye “restringen” por “puedan restringir” y el “retorno de la democracia” por el “fortalecimiento de la democracia”, entre otros.
El ex preso nicaragüense Alex Hernández, de 32 años, calificó estos cambios de “canallada”, según declaraciones a la AFP. “Me parece una canallada que por razones ideológicas se trate de invisibilizar lo que está pasando”, dijo. Y añadió: “Yo les quiero decir que sí está pasando y nosotros somos testimonio de ello, somos perseguidos, fuimos hechos prisioneros, fuimos desterrados, nos quitaron nuestra nacionalidad y nos despojaron de nuestros bienes”.
Jerez también criticó “la narrativa del gobierno de Brasil que busca dar un espaldarazo al régimen de Ortega”.
La semana pasada, un representante de la misión brasileña ante la OEA afirmó que la intención de su país es “seguir dialogando y negociando” el texto para “encontrar una redacción que pueda ser más amplia y más abierta”.
Cuba dejó de participar en la OEA en 1962. El régimen de Nicolás Maduro concretó su retirada de la OEA en 2019.
(Con información de AFP)
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