El ex presidente de Bolivia Gonzalo Sánchez de Lozada, en el exilio desde hace 19 años, escribió un ensayo en el que propone una nueva Constitución para el país suramericano. Pronto a cumplir 93 años, el ex mandatario reflexiona sobre los avatares históricos y los desafíos actuales que enfrenta la nación, en un contexto mundial marcado por la invasión rusa a Ucrania y la creciente tensión entre China y Estados Unidos.
En el ensayo, Sánchez de Lozada resalta la importancia de los valores de la libertad y la democracia en tiempos de autoritarismo y la necesidad de adaptar el sistema institucional del país a la realidad actual. Destaca que, si bien puede parecer inoportuno proponer un cambio estructural en momentos de incertidumbre internacional, considera que es precisamente en estos momentos que se hace necesario defender los valores fundamentales que sustentan la sociedad boliviana.
En su propuesta, el ex presidente plantea cambios en diferentes ámbitos, con el objetivo de garantizar la estabilidad política y la erradicación del autoritarismo. En el ámbito político, propone una democracia representativa de carácter parlamentario, con un presidente de poder limitado pero de gran autoridad moral. Además, sugiere la creación de un Consejo de Estado encargado de asesorar al presidente en el nombramiento de las principales autoridades militares, judiciales y electorales del país, con el fin de preservar su independencia.
En cuanto a la justicia, Sánchez de Lozada aboga por un sistema judicial imparcial, solvente e independiente, que evite la corrupción y no esté sometido al poder político o económico. Destaca que la justicia es fundamental para el funcionamiento de una democracia auténtica y que un país sin justicia es una tierra estéril.
En el ámbito electoral, propone un sistema que garantice la expresión libre y transparente de la voluntad popular, reconociendo la importancia del procedimiento electoral como pilar de las instituciones democráticas.
En el ámbito económico, el ex presidente defiende el papel fundamental de la iniciativa y la creatividad de las personas, pero también reconoce la necesidad de una intervención estatal reguladora que evite los monopolios y proteja a los sectores más vulnerables. Además, propone que la propiedad de la tierra y los recursos naturales sea de los bolivianos y no del Estado.
El proyecto de Constitución busca establecer una sociedad respetuosa del medio ambiente, abierta al mundo y a las nuevas ideas y tecnologías. Sánchez de Lozada resalta la importancia de rescatar los valores que dieron origen a Bolivia en 1825 y adaptarlos a una visión moderna.
“El aporte de un proyecto de Constitución para Bolivia no es original. En el pasado, muchos han propuesto cosas parecidas. La peculiaridad del presente, entre otros aspectos, es que señala claramente y paso a paso los mecanismos para proteger la estabilidad política y evitar que la lucha por el poder se desarrolle al margen de la democracia y sus instituciones. Hace ya mucho tiempo que la humanidad, por lo menos en su ámbito más avanzado, ha dejado de lado la traición, el puñal y el veneno como formas de dirimir esa lucha. Es hora de que Bolivia haga lo mismo. Ese sería un gran logro en un país en el que, con demasiada frecuencia, han surgido y prosperado opciones antidemocráticas de todo tipo”, escribe el ex mandatario en su ensayo.
Si bien reconoce que su propuesta no es la palabra definitiva, enfatiza que ha sido elaborada con dedicación, experiencia y el aporte de expertos en la materia. Destaca que su objetivo es contribuir al debate nacional y a la búsqueda de soluciones para los desafíos que enfrenta el país.
“He llamado a este proyecto La Constitución de Todos, como en su momento llamé El Plan de Todos al proyecto de cambiar Bolivia y prepararla para el Siglo XXI. Cambiar Bolivia para bien, es lo que siempre he anhelado en mi mente y en mi corazón por la sencilla razón de que amo a Bolivia. Bolivia es la tierra donde he nacido y donde han nacido mis padres y mis hijos. Bolivia es el horizonte que me convoca en mis sueños. Bolivia seguirá siendo en consecuencia, hasta mi último aliento, mi tierra prometida”, finaliza el texto.
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