El profesor de Matemática del Instituto Nacional Mejía de Quito, Diego Rodríguez, es uno de los nominados al Global Teacher Prize o Premio Global a la Enseñanza. Rodríguez entró a la lista de nominados por haber desarrollado un algoritmo que le permite conocer el nivel de compresión matemática de los estudiantes para, a partir de los resultados, plantear la mejor metodología que incremente el conocimiento de los alumnos en esta asignatura.
El algoritmo desarrollado por Rodríguez determina el estilo de los estudiantes a la hora de aprender. A través de un test puede clasificar la forma de comprender la información de la persona como activa, reflexiva, teórica o pragmática.
La creación del algoritmo inició en 2018. Rodríguez, apoyado por su esposa Gabriela Jácome, también matemática y docente, aplicó el test a 1.360 estudiantes de bachillerato del colegio Mejia. Luego, en 2020, se realizó una segunda fase en la Feria Internacional del Libro que se desarrolló de forma virtual. En esa ocasión el test fue realizado por 200 participantes. Un año más tarde, en 2021, 900 estudiantes del colegio Mejía tomaron el test. Un grupo de la misma cantidad fue evaluado en 2022.
“Realmente nos sentimos muy felices de poder representar al Ecuador en este concurso”, dijo Rodríguez a El Universo, al mismo tiempo que reconoció que sin el apoyo de Jácome no habría emprendido en este proyecto.
Con este algoritmo, Rodríguez participó en el XIV Concurso Nacional de Excelencia Educativa, organizado por la Fundación para la Integración y Desarrollo de América Latina (FIDAL). Allí obtuvo el segundo lugar. Gracias a este logro, la FIDAL postuló a Rodríguez para el Global Teacher Prize, también conocido como el Nobel de la Educación.
Por ahora, Rodríguez busca avanzar a la segunda etapa del concurso mundial que se definirá en agosto. En ese mes se conocerán lo mejores 50 proyectos a nivel global para en noviembre conocer a 10 finalistas, entre los cuales se elegirá al ganador.
El Premio Global a la Enseñanza es un galardón anual internacional otorgado por la Fundación Varkey a un educador innovador y comprometido con su comunidad que haya logrado un impacto inspirador en sus estudiantes y colegas.
Un acierto entre duras críticas
El logro del profesor Rodríguez es una bocanada de aire fresco para el Colegio Mejía de Quito, que ha copado titulares este 2023 por serias denuncias de acoso y maltrato a los estudiantes.
El Instituto Nacional Mejia de Quito, fundado en 1897, ha sido fuertemente cuestionado por los hechos violentos que suceden dentro de la institución y que no han sido sancionados. Aunque ya se conocían casos de maltratos dentro del colegio, el suicidio de una estudiante víctima de bullying, que sucedió en abril, puso en el debate la indiferencia de las autoridades estudiantiles frente a estos hechos.
El 12 de abril, Johanna Balladares, de 16 años, se quitó la vida luego de recibir constantes insultos y agresiones por parte de sus compañeros de clase. Según recogió Metro de Ecuador, la adolescente recibió una golpiza propinada por otros estudiantes. Su pierna quedó afectada, su familia de escasos recursos no podía costear los tratamientos y al pensar que ya no podría volver a caminar, Johanna decidió suicidarse.
A raíz del suicidio de Johanna, un caso de 2020 suscitado en el colegio Mejia resurgió. Por dos años, 28 niños y niñas fueron maltratados física y psicológicamente por una profesora de esa institución.
Sybel Martínez, directora del grupo Rescate Escolar, recordó el caso que, pese a la evidencia, no resultó en la destitución de la docente. Los niños que estuvieron bajo la tutela de esa mujer resultaron gravemente afectados al punto de llorar tan solo con verla desde lejos, relató Martínez.
La profesora les cubría la boca con cinta adhesiva, los amarraba de pies y manos, y si algún niño quería ir al baño lo obligaba a tomar un biberón que tenía leche con ají. A los infantes los golpeaba, se les burlaba y los obligaba a usar un pañal.
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