El Ángel de la Libertad o Ángel Rompiendo Cadenas es una figura con alta carga de simbolismo para todo admirador del dictador Augusto Pinochet.
Se trata de la estampa que fue acuñada en 1976 y 1981 en las monedas de 10 pesos, junto con las inscripciones “Libertad” y “11-IX-1973″ para celebrar el golpe de Estado que desalojó del poder a Salvador Allende. Así, esta moneda que hoy está descontinuada aún genera interés entre los coleccionistas.
La figura también adorna la etiqueta de Liberación Nacional, un vino hecho por encargo de adeptos al régimen y que ha levantado polémica en Chile por ser un tributo a los 50 años del Golpe.
En el reverso aparece la foto del almirante José Toribio Merino, y los generales Pinochet, Gustavo Leigh y César Mendoza, los integrantes de la primera junta militar que comandó los destinos de Chile tras el Golpe. Y la frase que se le atribuye a Pinochet: “Nada podrá impedir que la historia reivindique nuestra obra. Esa será la hora de la victoria”.
Se trata de un Gran Reserva de la cepa Carmenere. Y justo debajo de eso está el problema: los escudos de las Fuerzas Armadas: Ejército, Armada, Fuerza Aérea y Carabineros, cuyo uso está prohibido si es que no se tiene la autorización de cada rama.
“Realmente lo encuentro una falta de respeto, una falta de consideración con lo que hemos vivido hace muchos años atrás, pero también con lo que viven las víctimas y sus familiares cada vez que se hacen este tipo de actos”, dijo la diputada Lorena Fries, de Convergencia Social, en 24 Horas.
La diputada Lorena Pizarro, hija de Waldo Pizarro, dirigente del Partido Comunista que aún figura como detenido desaparecido, reaccionó aifrmando que “la ofensiva negacionista es brutal. Y el problema es que no se puede instalar a 50 años del Golpe cívico militar y que sean todas válidas”.
En su cuenta de Twitter, el diputado Tomás Hirsch expresó que “frente a la inaceptable venta de vinos para celebrar el golpe militar, incluyendo en forma ilegal etiquetas con los logos de las FFAA, solicité a Comisión de Defensa de la Cámara de Diputados oficiar a la ministra de Defensa para saber las medidas y acciones que se adoptarán. Esperamos querella”.
Por cierto, Maya Fernández, ministra de Defensa, es nieta de Salvador Allende. Y tanto la Fach, como la Armada y Carabineros estudian los antecedentes para entablar acciones legales.
Sin autorización
El responsable de estos vinos, el abogado José Luis León Márquez, dijo que esta “fue una iniciativa entre un grupo de amigos que por alguna razón, probablemente algún exceso de entusiasmo, alguien quiso difundir en demasía, sin mi autorización y sin mi consentimiento, excediendo la confianza. Algunas personas dieron a conocer o repartieron mi contacto”.
Cada caja con seis de estos vinos se vendía por redes sociales en 38.000 pesos (unos 47 dólares). En El Mostrador, León Márquez, afirmó que ya no hay más stock, que habían encargado 100 cajas a una viña que no quiso revelar y que otros dos particulares habían mandado a hacer otras 100.
Apología con sabor a vino
Esta no es la primera vez que se fabrica un vino con alegorías a Pinochet. Ya en 1996, el empresario Eduardo Arévalo había inscrito las marcas “Don Augusto” y “Capitán General”, con las que produjo vinos.
Arévalo incluso le ganó una disputa legal a Augusto Pinochet Hiriart, hijo del dictador, cuando el empresario intentó patentar la marca Augusto Pinochet para exportar vinos a Estados Unidos.
Aún es posible encontrar botellas de Capitán General que venden algunos coleccionistas.
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