Un estruendo despertó a los vecinos de la que habitualmente es la tranquila comuna de Ránquil, en la Región de Ñuble, Chile.
A eso de las 3.40 horas del martes, la central de Carabineros recibió varios llamados de vecinos que habían escuchado el ruido. “Pero por la oscuridad y neblina que había a esa hora no se pudo acceder”, contó el alcalde de Ránquil, Nicolás Torres.
Álvaro Hermosilla, fiscal jefe de Análisis Criminal y Focos Investigativos de Ñuble, agregó que, por la mañana, transeúntes que pasaban por el puente ferroviario que cruza el río Itata tenía daños de consideración.
“Parte del puente fue destruido por acción de un explosivo… la estructura resultó muy dañada”, añadió el edil.
Por ahora, es materia de investigación el explosivo y cuántos se utilizaron para dañar la vía. Pero la situación preocupa a las autoridades locales. El gobernador subrogante de Ñuble, Claudio Martínez, dijo que se trata de un “hecho gravísimo que no solo afecta la conectividad vial sino que también la tranquilidad de la región”.
Ánimo terrorista
Pese a que no está comprobado que estén vinculados, el hecho genera preocupación en al Gobierno pues se trata del tercer ataque de esta naturaleza en apenas cinco días.
El primero se registró el 9 de junio por la madrugada, al interior del fundo Las Cenizas, ubicado en Placilla, en la Región de Valparaíso. Un artefacto explosivo destruyó dos de los cuatro barrotes que sostienen una torre de alta tensión.
Ese mismo día, a las 23 horas, se perdió la señal de otra torre de alta tensión. Al tratar de ubicar la estructura con ayuda de un dron, un operario de la empresa Front el advirtió que esta se encontraba caída. Los primeros reportes dan cuenta de que se activaron varios explosivos en distintos lugares para volar de la torre, cuyo colapso provocó el corte de suministro eléctrico en la provincia de Arauco por alrededor de 30 minutos.
Aunque parlamentarios de la zona han pedido invocar la Ley Antiterrorista, esta mañana el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, en entrevista con Radio Cooperativa, precisó que la Ley de Control de Armas y Artefactos Explosivos “resulta mucho más eficaz para perseguir, identificar y sancionar de manera severa a los responsables”.
Eso sí, Monsalve reconoció que sobre lo del puente ferroviario en Ránquil sí tiene olor a terrorismo. “A nosotros nos parece que hay un ánimo terrorista en los hechos que han afectado infraestructura crítica, como es una línea férrea, torres de alta tensión que buscan cortar la energía a sectores amplios de la población, o colocar un artefacto explosivo en un sector de alta concurrencia pública”, afirmó.
Movimiento 18 de octubre
Esta mañana, el medio El Ciudadano publicó una declaración del Movimiento 18 de octubre en el que se adjudican los tres atentados.
“Nos hacemos responsables de los tres ataques con explosivos a infraestructura capitalista, sabotajes efectuados en Valparaíso por el comando Mauricio Arenas Bejas, en Biobío por el Comando Lafkenche Pilmaiquén y en Ñuble, por el Comando Luisa Toledo”, se lee en la declaración, en la que agregan que “a 50 años del Golpe de Estado, dejamos en claro que no hay lugar para titubeos. La derecha, Boric y su ignominia pretender cerrar este capítulo bajo la excusa de unidad nacional. Les recordamos que la sangre de nuestros héroes no se transa y que mientras no sepamos dónde está el último detenido desaparecido no habrá perdón ni olvido”.
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