El porcentaje de brasileños que considera que el Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva es “óptimo o bueno” cayó del 39 % en abril al 37 % en junio, mientras que el grupo que desaprueba su gestión aumentó, según una encuesta divulgada este viernes por el Instituto Ipec.
De acuerdo con el sondeo, mientras la aprobación de la gestión de Lula en el país cayó dos puntos porcentuales entre el 19 de abril y la primera semana de junio, esa misma proporción aumentó entre los que consideran que el mandato ha sido “malo o pésimo”, que subió del 26 % al 28 %.
Un 32 % opina que el tercer mandato del líder progresista en el gigante sudamericano es regular, dos puntos arriba que el sondeo anterior.
En la primera encuesta del Ipec, divulgada el 19 de marzo, el 41 % de los brasileños aprobaban la gestión de Lula, mientras que un 24 % la reprobaba y otro 30 % la consideraba regular.
El líder progresista asumió su tercer mandato en Brasil el pasado 1 de enero tras vencer en la segunda vuelta de los comicios de octubre pasado al entonces presidente Jair Bolsonaro con un 50,9 % de los votos, frente al 49,1 % que obtuvo el líder ultraderechista que aspiraba a la reelección.
Durante su Gobierno, Lula ha puesto énfasis en recuperar los planes sociales, defender el medio ambiente, impulsar la economía del país e integrar a Brasil nuevamente a la agenda internacional.
La encuesta, encomendada por el diario O Globo, fue realizada entre el 1 y el 5 de junio, y tiene un margen de error de dos puntos porcentuales.
Esta semana, el jefe de Estado anunció un vasto paquete de medidas de protección del medioambiente y combate al cambio climático, que incluye unas fuertes sanciones contra la deforestación ilegal.
El anuncio fue hecho en el marco del Día Internacional del Medio Ambiente y, entre otros asuntos, establece la posibilidad de que sea embargado el 50 % de las tierras que han sido desforestadas en forma ilegal, más allá de los límites establecidos en la ley.
Asimismo, entre las medidas anunciadas, se determina la creación de nuevas áreas de protección medioambiental, que abarcarán un total de 30.000 kilómetros cuadrados, una superficie equivalente a la de Bélgica.
El resto de las medidas refuerza las estructuras burocráticas de los organismos fiscalizadores de la Amazonía y otros biomas, que habían sido virtualmente desmanteladas entre 2019 y 2022 por el Gobierno del entonces presidente Jair Bolsonaro.
Al hacer el anuncio, Lula anticipó que, en el marco de la cumbre de presidentes de países amazónicos que ha convocado para el próximo agosto, propondrá la creación de un centro de cooperación internacional para la protección del mayor pulmón vegetal del planeta, a fin de combatir de forma efectiva a todas las mafias que operan en la región.
(Con información de EFE)
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