El presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, protagonizó este jueves un tenso cruce con dirigentes sindicales cuando realizaba una visita a Paysandú por el 160° aniversario de su fundación. El mandatario recorría la ciudad cuando decidió acercarse a una multitud que protestaba contra su gobierno para hacerles una advertencia antes de acordar un diálogo.
“Es necesario que nos reciba a corto plazo”, le reclamó un delegado de la petrolera estatal Ancap que habló en representación de los manifestantes reunidos en el lugar. “No hay problema, pero si ya me dicen mentiroso acá, ¿para qué los voy a recibir?”, le respondió el mandatario señalando a un grupo que le gritaba “mentiroso” y “mitómano”.
Los líderes sindicales le insistieron que necesitan conversar con él sobre la cantidad de empleos que se perderían con una asociación anunciada de Ancap con una empresa privada para explotar el negocio del portland y Lacalle Pou les contestó que podría recibirlos en la Torre Ejecutiva en Montevideo la próxima semana o la siguiente. “Discutir sí, pero así no”, les dijo, molesto por los insultos que provenían de la multitud reunida a pocos metros de distancia.
“Estamos a 20 días de perder el trabajo, es difícil”, le dijo otro dirigente. “Lo de perder el trabajo es una cosa, lo de mentiroso es otra. Yo con respeto para discrepar y para todo”, respondió Lacalle Pou. “Vamos a conversar tranquilos”, aseguró el presidente para cerrar la charla.
El origen del conflicto
El pasado 18 de mayo, el directorio de la estatal Ancap (Administración Nacional de Combustibles, Alcohol y Portland) aprobó una asociación con grupos privados para mejorar su producción de cemento portland y cal. “Hoy aprobamos un pliego licitatorio para encontrar un socio junto con el cual pretendemos rescatar un negocio emblemático para Ancap y para el país y que, por error o por omisión, ha sido fatalmente descuidado”, señaló un comunicado oficial.
Vicente Iglesias, director por el Frente Amplio (FA) en Ancap, votó en contra de esta fusión por considerar que el proceso es “inconveniente para Ancap y, en definitiva, para todo el país”, según informó Subrayado.
Y el Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos (Sunca) denunció la “política privatizadora” del gobierno y reclamó una mesa de diálogo sobre cómo se absorberán los puestos de trabajo. “Reconocemos la voluntad de palabra como expresa la declaración de Ancap, pero es hora de avanzar en la redacción de este reclamo de todas las organizaciones involucradas”, indicó.
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