“¡Los consejeros son unos borregos!”, gritaba por un altavoz Francisco Muñoz, mientras azuzaba a un grupo de personas convocadas por el Team Patriota, un grupo que se podría decir que se ubica incluso a la derecha de la ultra derecha en Chile y que se opone al cambio de la Constitución que, pese a que ha tenido varias actualizaciones a lo largo del tiempo, lleva la firma del dictador Augusto Pinochet.
Con las bravatas de Muñoz, otrora líder de la barra brava de Colo Colo, como sonido ambiente, fueron llegando hasta la sede del ex Congreso los 50 consejeros electos, quienes tienen 5 meses para aprobar la propuesta del texto que debe ser votada el próximo 17 de diciembre.
El cineasta Miguel Littín, del Partido Socialista y presidente provisorio de la instancia al ser el mayor del grupo, dio un breve pero emotivo discurso, en el que entre otras cosas dijo que “en el momento de jurar, pensemos en Chile, en las mujeres, hombres, campesinos, obreros, en la clase media, en la gente que confió en nosotros y nos dios una misión… Luchemos por el acuerdo, por la paz de la nación, seamos digno de la tarea. De lo contrario, la historia no perdonará a quienes se dejen llevar por pasiones o revanchismos del pasado”.
Su discurso no dejó de ser simbólico. Littín debió vivir en el exilio y volvió en 1985 de forma clandestina, con un pasaporte falso, para grabar un documental sobre la vida en el Chile de la dictadura.
Poco después le ofreció la palabra al presidente Gabriel Boric, quien agradeció la labor de la Comisión Experta, grupo que trabajó en el anteproyecto sobre el cual debe trabajar el nuevo consejo y que, según confesó hace algunos días, él mismo aprobaría. “A nuestro país le hará bien cerrar este ciclo”, dijo.
Acto seguido vino el juramento de los consejeros, los que uno a uno y en orden alfabético, fueron acercándose a la mesa.
Eso, hasta que Luis Rojas, Secretario General del proceso, invitó a Aldo Sanhueza, quien había renunciado al Partido Republicano y a integrar la instancia tras revelarse que había sido formalizado por graves ofensas al pudor tras haber abusado sexualmente de una mujer en un bus. Ahí se despejó la duda: como la renuncia de antemano no procedía ya que no había asumido y Sanhueza no apareció para esta ceremonia, su puesto quedará acéfalo.
El resto de los nuevos consejeros fueron aceptando anteponiendo frases como “por las víctimas de la violencia rural de la Macrozona Sur sí, acepto” (Héctor Urban), o “con dios todopoderoso y eterno por testigo sí, acepto” (Diego Vargas).
Tras haber aceptado el cargo, los consejeros votaron por la mesa directiva. El abogado Aldo Valle, ex rector de la Universidad de Valparaíso, obtuvo 17 votos y la vicepresidencia. Y Beatriz Hevia, del Partido Republicano, con 33 votos, la presidencia.
El ambiente de esta ceremonia fue diametralmente opuesto a la tensión con que se vivió la anterior convención en 2021. Aquel evento partió con retraso, pues as la hora de comenzar no habían llegado todos los incumbentes electos. Y la entonación del himno nacional fue interrumpida por algunos consejeros.
Esta vez se escucharon conceptos como “acuerdo”, “diálogo”, “prudencia”, alusiones a dios y palabras de buena crianza.
Así, el primer acto oficial de Beatriz Hevia como presidenta del Consejo Constitucional fue levantar la sesión, a las 12.48 del histórico 7 de junio.
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