Tres disidentes cubanos fueron detenidos este lunes tras convocar una conferencia de prensa en la que pretendían presentar una estrategia global frente a las violencias política, de género, racializada, institucionalizada y económica en el país.
El opositor Manuel Cuesta Morúa explicó a la agencia de noticias EFE que fue arrestado temporalmente cuando se dirigía al lugar de la cita con los medios y trasladado de vuelta a su casa, donde se instaló a un equipo de la Policía en los alrededores para que no pudiese salir de su domicilio.
También fueron detenidos María Mercedes Benítez y Juan Antonio Madrazo, quien había prestado una vivienda en La Habana para la conferencia de prensa.
El Ministerio del Interior no se ha pronunciado hasta el momento sobre estas detenciones y sus causas. Los medios oficiales tampoco se han referido a estos hechos.
Los tres arrestados trataban de presentar una estrategia de seguridad llamada Shanti, respaldada por las plataformas disidentes D’Frente, Consejo para la Transición Democrática en Cuba (CTDC) y Mesa de Unidad de Acción Democrática, según los documentos que hicieron llegar a los medios.
“Cuba se adentra en un vacío de violencias que están dañado a personas, familias, comunidades, grupos y a sectores de la sociedad civil”, alerta el comunicado de prensa, que denuncia que estas violencias están siendo “opacadas por los medios de comunicación y mal disimuladas por la retórica de las autoridades”.
El documento destaca los feminicidios, 34 en lo que va de año según las plataformas feministas que los registran (a falta de estadísticas oficiales), los “asesinatos”, “robos” y “asaltos a pleno día”.
También habla de las “violencias institucionales normalizadas por el sistema político”, en donde recalca el papel del nuevo Código Penal y la recientemente aprobada Ley de Comunicación Social.
“A la crisis de seguridad pública que se nos encima, reflejada en alrededor de 32 feminicidios en lo que va de año, en otros tantos asesinatos, y en los robos y asaltos a pleno día, hay que agregar las violencias institucionales normalizadas por el sistema político”, indicaron las organizaciones en un comunicado.
La propuesta, que califican de trabajo “ambicioso”, aboga por “la amnistía y la despenalización del disenso”, “las iniciativas contra la violencia de género”, “la recuperación de la soberanía ciudadana” y “la pacificación de las calles”.
También pide abordar “las desigualdades económicas institucionalizadas”, “las violaciones flagrantes de la Constitución y las leyes” e instaurar una “cultura del respeto y la tolerancia” y un lenguaje que no fomente “la exclusión y el odio desde el Estado y desde la sociedad, y por cubanas y cubanos dentro y fuera de Cuba”.
Entre las acciones simbólicas que propone está una “marcha naranja” para el día de los derechos humanos.
En Cuba, gobernada por el Partido Comunista (PCC, único), toda oposición es ilegal. A los disidentes, acusados de estar pagados por Estados Unidos, se les impide regularmente salir de sus casas y sus conexiones a internet son cortadas.
(Con información de EFE y AFP)
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