Diego Marchant tenía 20 años y todo un historial en el hampa que incluía una antigua condena por un homicidio cuando un disparo por la espalda, percutado supuestamente por sicarios, acabó con su vida. Sucedió el 30 de octubre de 2020.
El muchacho era el hijo menor de Francisco Marchant Iglesias, líder del clan de “Los Marchant”, una peligrosa agrupación familiar dedicada al tráfico de drogas con asiento en la comuna de Lo Espejo y cuyos integrantes están en la cárcel desde el 2021.
Los Marchant vivían en una casa ubicada frente a la plaza Salvador Allende, en el corazón de la populosa población José María Caro, de Lo Espejo. Y justo al costado de la multicancha que existe en esa plaza que es bien nacional de uso público, se construyó una suerte de mausoleo, una construcción sólida de ladrillos, forma de castillo y del porte de un departamento. Estaba adornada con fotos de Diego Marchant, algunas de sus posesiones más queridas, bancas, tenía cámaras de seguridad y hasta parlantes, porque a los amigos y familiares les gustaba juntarse en el memorial.
Este lugar, erigido sin permiso alguno de la autoridad, se convirtió en el símbolo de los llamados “narco memoriales”, construcciones ostentosas que se levantan en medio de una población, y que el presidente Gabriel Boric, en su cuenta pública, anunció que comenzaría a demoler para dar un golpe a la cultura narco.
“Una de las manifestaciones más irritantes del narco es su forma de ostentar las armas y de intimidar a los vecinos cuando se realizan funerales de los integrantes de sus bandas. Los balazos, fuegos artificiales, los memoriales narco y las amenazas a quienes denuncian estos hechos no son tolerables”, dijo el jefe de Estado.
Desmantelamiento
La iniciativa debía partir esta semana y el primer memorial narco en ser destruido debía ser el dedicado a Marchant.
Sin embargo, la mentada construcción fue desmantelada la madrugada del lunes, se presume que por familiares y vecinos, quienes dejaron el lugar a medio derrumbar, lleno de escombros y pintadas dedicadas al presidente: “Bukele de cartón” o “No se hace política con el dolor de una familia”.
Al respecto, Javiera Reyes, alcaldesa de Lo Espejo, descartó de plano la participación del municipio en la destrucción del mausoleo y aseguró que esto tiene que ver “con la determinación con que se ha abordado el tema… Si estos grupos no vieran que esto va a ocurrir de verdad, probablemente esta destrucción o desmantelamiento que se hizo durante la noche no se hubiera producido”.
Agregó que el menor de los problemas era el del espacio tomado, sino que esto proyecta hacia la comunidad.
Entrevistada en Radio Universo, la ministra del Interior. Carolina Tohá, dejó en claro que “las plazas como esta, donde se encuentra este mausoleo, son bienes públicos, ni los narcos, ni las empresas, ni nadie pude instalar estructuras ahí, porque nos pertenecen a todos y los municipios son quienes tienen la potestad de administrarlos”. Añadió que “todo este tiempo estos grupos han utilizado la parálisis con su prepotencia. Ahora, acá hay una reacción del Estado, vamos a poner recursos y gestión para que se saquen estas construcciones. No va a cambiar lo más mínimo los carteles que pongan”.
Seguir leyendo: