Luego de 3 horas y 36 minutos de discurso en su segunda cuenta anual ante el Congreso, y tras varios anuncios, constataciones y ejes programáticos, el presidente chileno Gabriel Boric regresó al estrado del Congreso y, antes de sentarse, realizó un movimiento que volvió a llamar la atención. Se trató de un giro sobre sí mismo, en 360 grados, con el que se desplazó y que recordó una acción de idénticas características y que ejecutó, precisamente, con él como protagonista el año pasado y durante el mismísimo cambio de mando con Sebastián Piñera.
Las redes, por supuesto, y consignaron el hecho, se viralizó la escena, y hubo múltiples comentarios al respecto que mezclaron sorpresa y hasta ironía, pero el tema de “los giros” para el mandatario chileno está lejos de ser una novedad. De hecho, es una situación con la que convive a diario. “No me di cuenta de que lo hice y la verdad, esa es una de las expresiones de los TOC que tengo y los tengo muy naturalizados”, dijo Boric en entrevista con Mega en aquella oportunidad.
“Así que no fue un paso de baile, como tampoco fue el de la foto bailando Michael Jackson, que fue más bien un acierto que una intención”, agregó riéndose de sí mismo.
El tema de la salud mental ha estado lejos de ser un tabú para el gobernante chileno y lo ha enfrentado con naturalidad desde que se perfiló como potencial carta presidencial. En uno de los debates televisivos de primarias contra el entonces candidato comunista, Daniel Jadue, de hecho, fue interrogado por el periodista Santiago Pavlovic respecto a su estado de salud mental, luego de haber estado internado -de manera voluntaria- en el Hospital Psiquiátrico de la Universidad de Chile en 2018, debido a su trastorno obsesivo compulsivo (TOC).
“Es un tema delicado, pero por el cargo al que estamos aspirando, corresponde ser sujeto al escrutinio público”, introdujo. “Afortunadamente, a diferencia de la gran mayoría de los chilenos, tuve la oportunidad de tener tratamiento; hoy día, un tercio de los chilenos padece de alguna enfermedad vinculada a la salud mental y sólo un 20% de ellos o ellas tiene tratamiento”, comentó el entonces candidato.
Boric padece de TOC desde los 12 años y se ha reflejado en algunas situaciones cotidianas, que puede ir desde pestañear cuatro veces antes de entrar su habitación o girar cuatro veces la perilla de la puerta. Sobre lo de su giro en 360, le confesó al animador Don Francisco – en una entrevista tras asumir el poder en 2022- las razones de por qué lo hacía.
“Cuando uno lo tiene controlado se naturalizan ciertos rituales y yo cuando era chico, en algún momento, esto no sé si se va a entender, tenía que ponerme en la posición en que había nacido en el mundo, entonces me di muchas vueltas sobre mi propio eje y después de eso no tenía que dar una vuelta más. Pero al entrar a un escenario tenía que darme una vuelta más porque, o si no, iba a quedar desfasado. Pero no me doy cuenta de eso y lo hago de manera automática (…) Es un poco extraño, pero todos tenemos extrañezas”, reconoció Boric
En otras entrevistas ha reconocido no sentirse incómodo con la pregunta. “La salud mental ha estado muy estigmatizada y muchas veces es una procesión que se termina llevando por dentro, porque como no se ve… Tú no tienes un hueso quebrado, o algo sangrante, o un examen que diga exactamente qué es lo que sucede o dónde está el problema. La verdad es que muchas veces genera una cantidad de prejuicios que además se utilizan como insultos: ‘no seas bipolar, no seas loco, no seas histérica’”.
“Yo hoy estoy bien, estoy con tratamiento permanente, esta es una enfermedad que no se pasa y estoy con medicamentos que los puedo hacer públicos sin problemas, con cuatro dosis diarias y monitoreado permanentemente, y con una carga mucho menor que me ha cambiado para bien la calidad de vida”, ha dicho Boric.
“El TOC no es sencillamente ser ordenado, muy preocupado por la limpieza o la caricatura que últimamente han hecho algunas películas. Es una batalla permanente con la mente, que puede afectar la vida cotidiana y que es muy desgastante”, escribió en una carta pública en 2018.
Las estadísticas dan cuenta que no es un fenómeno aislado, Más de 100 millones de personas –3% de la población mundial– sufre algún tipo de TOC, de acuerdo con los cálculos de la Organización Mundial de la Salud. Se trata de un tipo de enfermedad de salud mental que se caracteriza por un patrón de pensamientos y miedos no deseados (obsesiones) que provocan comportamientos repetitivos (compulsiones). Estas obsesiones y compulsiones interfieren en las actividades diarias y causan, em muchos casos, un gran sufrimiento emocional.
Una situación de la que no escapan los latinoamericanos. Los propios entes regionales registran que al menos 22% de los hispanos en toda América padecen de depresión y ansiedad severa, lo que también se enmarca dentro de un tipo de condición médica.
Seguir leyendo: Con un maratónico discurso, Gabriel Boric dejó atrás su anhelo refundacional y llamó a la búsqueda de acuerdos