El marido de una joven desaparecida confesó que la asesinó y descuartizó: llevaba cuatro años contando otra historia

El español Raúl Díaz Chacón reconoció que mató a su pareja paraguaya Romina Celeste Núñez en Gran Canaria. La Justicia lo condenó a 15 años y nueve meses de cárcel

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Raúl Díaz Chacón (EFE)
Raúl Díaz Chacón (EFE)

El marido de la joven paraguaya Romina Celeste Núñez, asesinada en España, confesó finalmente este viernes que la mató la madrugada del día de Año Nuevo de 2019 y luego hizo desaparecer el cuerpo.

El español Raúl Díaz Chacón, que es juzgado por el crimen, reconoció por vez primera el homicidio ante el jurado en la Audiencia de Las Palmas de Gran Canaria.

En la primera sesión del juicio, el acusado se desdijo de la versión que mantenía desde que fue detenido por las fuerzas de seguridad y se declaró culpable.

Aseguraba hasta ahora que encontró muerta a su esposa al regresar a casa de madrugada y quemó y descuartizó el cadáver para arrojar los restos al mar en varios lugares de la costa porque temía que lo culparan, ya que la mujer lo había denunciado por violencia machista.

Raúl Díaz Chacón fue condenado a 15 años y nueve meses de cárcel (EFE)
Raúl Díaz Chacón fue condenado a 15 años y nueve meses de cárcel (EFE)

Por medio de su defensa, el procesado admitió las acusaciones de homicidio, malos tratos y otros cargos y aceptó la condena que proponen la Fiscalía y la familia de la víctima.

Son en total 15 años y nueve meses de cárcel, cinco años menos de lo que exigían anteriormente, porque ahora reconocen a su favor la reparación del daño, pues ha indemnizado a la familia con 300.000 euros (324.000 dólares) y por las dilaciones que ha sufrido el caso.

La confesión confirma ya definitivamente que Romina Celeste, que tenía 29 años, fue la primera víctima de la violencia machista en España en 2019.

Romina Celeste Núñez
Romina Celeste Núñez

Según la investigación, la mujer fue asesinada en su casa de Costa Teguise (isla atlántica de Lanzarote) en unas circunstancias que se desconocen, ya que el cadáver fue quemado, descuartizado y arrojado al mar; su marido denunció días más tarde que había desaparecido.

Poco después se encontraron restos de tejido del pulmón de la víctima en la costa, que fueron identificados con pruebas de ADN.

El caso llevaba más de cuatro años y medio a la espera de juicio por varios recursos y vicisitudes, hasta el punto de que el procesado quedó en libertad provisional en enero pasado porque ya había agotado el tiempo máximo de reclusión preventiva, según establece la legislación española.

(Con información de EFE)

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