El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, conversó telefónicamente este miércoles con el papa Francisco. Charlaron de la invasión rusa a Ucrania y de una próxima audiencia en el Vaticano. Además, el mandatario del gigante sudamericano lo invitó a su país.
“Acabo de hablar por teléfono con el papa Francisco. Felicité al Papa por sus esfuerzos en la defensa de la paz en Ucrania y la lucha contra la pobreza”, expresó Lula en su cuenta de Twitter.
Y completó: “Agradecí los gestos en defensa de la democracia en nuestro país en los últimos años. Debemos tener una audiencia en el Vaticano en los próximos meses y he invitado al Santo Padre a visitar Brasil”.
Lula y Francisco se reunieron en febrero de 2020, en el Vaticano, cuando mantuvieron una larga conversación sobre la desigualdad y el hambre.
El jefe de Estado brasileño había conseguido viajar a Italia en ese momento después de que la justicia de Brasilia aceptara posponer al día 19 de febrero de ese año un interrogatorio previsto para el 11.
Lula visitó al Papa para agradecerle “su dedicación por el pueblo oprimido” y para debatir sobre “la experiencia brasileña en el combate a la miseria”. Además, agradeció a Francisco “su solidaridad” cuando él pasó por “un momento difícil” en prisión, ya que el Papa respondió en mayo de 2019 a una carta suya para expresarle su cercanía y darle ánimo.
Esta conversación con el Papa se dio luego de los cuestionamientos que produjo el encuentro entre Lula y el dictador venezolano, Nicolás Maduro, en Brasilia.
Los principales líderes de la oposición al Gobierno de Lula acusaron al líder progresista de “pisotear” la democracia por haber recibido con honores de Estado a Maduro, al que tildaron de dictador.
Las críticas fueron vertidas principalmente por los integrantes del Partido Liberal (PL), la formación liderada por el ex presidente Jair Bolsonaro, que en 2019 rompió relaciones con Venezuela y prohibió al dictador venezolano pisar Brasil.
“Lula demuestra, de nuevo, su falta de compromiso con la democracia al recibir al dictador de Venezuela. Maduro es acusado de crímenes contra la humanidad, como asesinatos, tortura y desapariciones”, afirmó en un mensaje en sus redes sociales el senador Flavio Bolsonaro, hijo del líder ultraderechista.
El senador dijo que Estados Unidos “ofrece una recompensa” por Maduro, al que acusa de narcoterrorismo, y que la ONU investiga a su Gobierno por crímenes contra la humanidad.
“Pero en Brasil es recibido por su socio Lula con toda la pompa y los honores”, afirmó Flavio Bolsonaro, para quien el líder progresista no sólo le falta el respeto a los venezolanos sino también a los brasileños.
El también senador Hamilton Mourao, quien fue vicepresidente de Brasil en el Gobierno de Bolsonaro y lidera el partido de derecha “Republicanos”, aseguró que la presencia de Maduro en el país es una “vergüenza” para los brasileños y una falta de respeto para con el pueblo venezolano.
“Maduro es acusado de torturas, desapariciones, agresiones y crímenes contra la humanidad. Al recibirlo, Lula muestra que no tiene compromiso con la democracia y con nuestros valores”, dijo.
Por su parte, el senador Sergio Moro, del partido centrista Unión Brasil y que fue ministro de Bolsonaro y el juez que mandó a Lula a prisión por corrupción, afirmó que el presidente dio otro mensaje negativo para la comunidad internacional y se preguntó si el líder progresista aprovechó el encuentro para exigirle a Maduro el restablecimiento de la democracia en Venezuela.
Las reacciones más radicales fueron las de algunos diputados del PL, como Gustavo Gaye, Bia Kicis y Zé Trovao, quienes enviaron una carta a la embajadora de Estados Unidos en Brasil, Elizabeth Frawley, para pedirle que Washington adopte medidas ante esa visita a Brasil de un acusado de crímenes.
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