Una tragedia enlutó a Quito durante el último feriado nacional. Un camión que transportaba gaseosas perdió los frenos y ocasionó un accidente múltiple en la vía a Guayllabamba, que conduce a una parroquia rural. El camión chocó a al menos una veintena de vehículos y dejó a tres fallecidos y 17 heridos, según el balance más reciente del Ministerio de Salud. Hasta este domingo, 13 personas fueron dados de alta.
El chófer, identificado como Arturo Sánchez, fue detenido por las autoridades y se inició un proceso de investigación por el suceso. La Fiscalía pidió la prisión preventiva en contra del chófer y esta fue aceptada por el juez. Se lo procesa por el delito de muerte culposa. Según el Código Penal ecuatoriano, este delito es sancionado con penas de tres a cinco años.
El fisioterapeuta Mauricio Toapanta, que el día del siniestro estaba en la vía en un viaje familiar, contó su testimonio en redes sociales. Toapanta fue una de las personas con conocimientos de primeros auxilios que socorrieron a las víctimas. El fisioterapeuta ayudó al chófer y escuchó las primeras palabras de este luego del accidente.
“Él se bajó y me dice “no fue mi culpa, se me reventaron los frenos, yo quise frenar, puse el freno de emergencia y no pude contener y controlar al camión. Solo pité y pité para que la gente se mueva y no todos se hicieron a un lado y ya me di contra el parterre””, se lee en el testimonio de Toapanta. El fisioterapeuta contó que las personas que presenciaron el accidente querían tomar represalias en contra del chófer en lugar de ayudarlo en ese momento: “La gente que estaba grabando quisieron agredir al señor y les pedí que no lo hagan que hay que ayudar a más gente. Yo lo dejé al señor ahí y le dimos agua”.
Además, Toapanta ha afirmado que Sánchez no quiso huir y que incluso llamó a reportar el accidente: “El conductor tomó su celular y llamó a reportar el siniestro a su base para decir que se accidentó. Él nunca quiso irse”.
Según lo publicado por Toapanta, el lugar del accidente era un escenario apocalíptico. Quienes lograron evadir al camión transmitieron por redes sociales la escena mientras que otros intentaban ayudar. A Toapanta se unieron otros profesionales de la salud que intentaron clasificar a los heridos de acuerdo a la gravedad y reanimar a los más críticos hasta que llegaran las ambulancias: “no estuve solo, pues en ese momento se sumó un médico, una veterinaria, un odontólogo y un estudiante de medicina que prestaron su ayuda”.
Las ambulancias, según Toapanta, tardaron en llegar alrededor de 30 minutos. Él que se comunicó con la operadora del ECU 911, el servicio de emergencias del país, aseguró que le informaron que tenían más de 200 reportes sobre el accidente y que las ambulancias y los bomberos no podían pasar en medio de los vehículos. Esto habría sucedido porque “la gente se bajó a grabar y comenzaron a transmitir en vivo por redes sociales y provocaron que el paso siga cerrado para los vehículos de emergencia”, de acuerdo con el testimonio del fisioterapista.
El siniestro conmocionó a la ciudadanía que se movilizaba masivamente a distintos puntos de la ciudad aprovechando los días de asueto por la feriado nacional de la Batalla del Pichincha.
El alcalde de Quito, Pabel Muñoz, dijo la mañana del 29 de mayo que el cuerpo de Bomberos apoyó con su helicóptero, también 32 bomberos acudieron a la zona y 11 vehículos de emergencia se activaron. Además, Muñoz hizo un llamado a la ciudadanía y pidió que, cuando existan accidentes, se permita el paso de los servicios de emergencia.
Sobre la atención a las personas que resultaron afectadas por el siniestro, Muñoz indicó que habló con el representante en Ecuador de Arca Continental, la segunda embotelladora de Coca-Cola más grande de América Latina, quien le habría asegurado que el camión cuenta con seguro, “pero si no es suficiente Arca complementará lo que la gente necesite”.
Seguir leyendo: