Un nuevo y macabro crimen quedó en evidencia en Chile, luego que se hallaran en plena vía pública de Santiago distintas partes del cuerpo de un sujeto que finalmente fue identificado como un ciudadano colombiano de 24 años.
La fatídica sucesión de indicios se inició la madrugada del domingo, cuando un taxista encontró un torso humano en un corredor de autobuses de la Alameda Bernardo O’Higgins, la principal arteria vehícular de la capital chilena. Horas más tarde, y a varias cuadras de ese lugar, se halló una cabeza al interior de una caja junto a una acumulación de basura en las calles. El último descubrimiento tuvo relación con la aparición de unas piernas envueltas en una frazada y en bolsas de basura, lo que terminó por cerrar el círculo y llevó a la policía chilena a inferir que se trataba de una misma persona.
Así, y con los restos humanos esparcidos -en un radio de tres kilómetros de distancia del primer hallazgo- ya reunidos, durante la jornada la policía chilena confirmó la identidad del fallecido. “Se trata de un joven de nacionalidad colombiana de 24 años”, indicó el teniente Bruno Hiche, perteneciente al Labocar de Carabineros.
“Por otra parte, junto a estas diligencias, se pudo establecer una vivienda que resulta ser de interés criminalístico, por lo tanto, se está haciendo levantamiento de evidencias en ese sector para vincularlo al hecho”, agregó el uniformado.
En tanto, el fiscal Felipe Olivari de la Fiscalía Centro Norte detalló los alcances del hallazgo. “El cadáver está decapitado, sin cabeza, está con las piernas cercenadas también a la altura de las rodillas aproximadamente, con algún tipo de herramienta y mantiene sus manos atadas con una cuerda”, señaló, al tiempo que aseguró que el cuerpo se encontraba “envuelto en una bolsa y al parecer en una especie de saco de dormir, frazada”.
En redes sociales circularon diversos -y macabros registros- del crimen, y se exhibió un registró de una cámara de seguridad que mostró a tres de los principales sospechosos caminando tranquilamente, mientras uno de ellos deja una caja de cartón -que contenía la cabeza- en el suelo próxima a un basurero. Asimismo, se pudo apreciar cómo minutos más tarde aparecieron algunos curiosos, quienes revisaron el contenido de la caja, pero huyeron inmediatamente cuando se percataron de su contenido.
Frente a este caso, la alcaldesa de Santiago, Irací Hassler, remarcó que desde el municipio se estaba trabajando para periciar las cámaras cercanas a los sitios del suceso y determinar más pistas que ayuden a encontrar a los responsables. “Es clave que este hecho no quede en la impunidad y que se siga y se profundice un trabajo para desbaratar a estas bandas, que lamentablemente se han ido tomando distintos espacios territoriales”, dijo la autoridad.
Por su parte el diputado del partido de derecha Unión Demócrata Independiente (UDI), Sergio Badilla, criticó al gobierno del presidente Gabriel Boric por el aumento de estos crímenes en zonas residenciales. “¿Formará parte del legado de Boric el joven colombiano descuartizado en Santiago, al que le cortaron la cabeza y luego repartieron su cuerpo en varias partes o las personas asesinadas envueltas en bolsas, frazadas o enterradas en cementerios clandestinos?”, emplazó el legislador.
De momento, las autoridades chilenas investigan la naturaleza del crimen y el posible vínculo entre este asesinato con diferentes agrupaciones criminales, como los venezolanos del Tren de Aragua, los colombianos de Los Espartanos y los peruanos de Los Pulpos.
La muerte del ciudadano colombiano se suma al asesinato de otro individuo de esa nacional ocurrido hace un par de semanas en la ciudad de Iquique, en el norte de Chile, cuanto cuatro marinos le propinaron una fatal golpiza a Milton Rodríguez, una persona con discapacidad, incluso con las propias muletas que usaba para su desplazamiento.
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