Un tribunal condenó a 34 años y ocho meses en prisión al ex teniente de Policía, Germán Cáceres, quien el 11 de septiembre de 2022 estranguló a su esposa, la abogada y madre María Belén Bernal. El crimen sucedió en el dormitorio de Cáceres en la Escuela de Policía de Quito. El entonces oficial escondió el cadáver de su esposa y huyó, pero fue localizado por las autoridades en Colombia en diciembre del año pasado.
Además de la prisión, Cáceres deberá cancelar USD 234.600 a la familia de María Belén Bernal como reparación económica por el crimen. Luego de la audiencia al ex teniente, también los jueces trataron el caso de Alfonso Camacho, otro teniente de Policía vinculado al caso por el delito de omisión. El tribunal declaró a Camacho como inocente. La defensa de Bernal apelará esa última decisión.
Elizabeth Otavalo, madre de María Belén Bernal, quien ha pospuesto su vida para que el crimen en contra de su hija no quede en la impunidad, mencionó a los medios que la sentencia no le devolverá a su hija, pero resaltó la actuación de la justicia: “La verdad me siento conforme porque es lo máximo que determina la norma, sin embargo, esto no me devuelve a mi María Belén. Seguiré en las calles”, aseguró.
Desde que se conoció sobre el crimen y durante los días de la audiencia, cientos de mujeres de colectivos feministas han acompañado a Otavalo en su búsqueda de verdad, justicia y reparación. Mientras el tribunal resolvía la sentencia, a las afueras del Complejo Judicial, decenas de mujeres se agruparon con carteles y fotografías de María Belén Bernal.
El trágico crimen
María Belén Bernal ingresó a la Escuela de Policía durante la madrugada del 11 de septiembre de 2022. Fue a ver a Cáceres, que se había emborrachado horas antes en un acto social con otros cadetes de Policía. La abogada acudió al recinto policial para llevarle una hamburguesa a su esposo que estaba en funciones dentro de la Escuela.
El entonces teniente autorizó que Bernal ingresara al recinto y la llevó al edificio de habitaciones de oficiales. Allí hubo una discusión y fue en medio de esta cuando Cáceres asesinó a su esposa, según su propia versión.
En la habitación contigua a donde se cometía el crimen, una cadete señalada por tener un amorío con Cáceres lo esperaba. Según ha señalado la aspirante, que estuvo presa para investigaciones y luego fue liberada, ella se quedó dormida y no escuchó los pedidos de auxilio de Bernal. Esto declaró en su última versión. Cuando fue detenida, a pocos días del crimen, la cadete dijo que Cáceres golpeó por al menos 20 minutos a María Belén Bernal Otavalo, que gritaba por ayuda. Las últimas palabras atribuidas a la abogada eran un pedido desgarrador: “Auxilio, me matan”.
Gracias a que el hijo de Bernal, de 13 años, recordaba la clave del teléfono móvil de su mamá, se pudo acceder a una grabación de audio hecha por María Belén Bernal reveló que la mujer pidió auxilio al menos diez ocasiones. En medio de la discusión con Cáceres, Bernal empezó a grabar la pelea.
Según se registró en el audio, Bernal había identificado una marca de tipo sexual ubicada a la altura del hombro de Cáceres. El entonces teniente le dijo a su esposa que había tenido relaciones sexuales con otra mujer y que le había “visto la cara”, es decir que la había engañado, por cinco años. Ambos contrajeron nupcias en 2017. Las frases registradas en el audio coinciden con la versión inicial de la cadete que fue relacionada con Cáceres.
Luego, Cáceres empezó a agredir a Bernal hasta aplicarle una llave con la que la estranguló. Durante la audiencia, el ex teniente, entre lágrimas, pidió perdón por el crimen. En la primera versión donde admitió que había asesinado a su esposa, Cáceres no se habría inmutado.
Seguir leyendo: