Ecuador regresó a la democracia en 1979. Desde entonces 15 personas han ocupado la silla presidencial en Carondelet, varios de ellos llegaron al poder luego de que el presidente electo haya dejado su mandato por algún motivo. Cinco de los presidentes constitucionales del Ecuador estuvieron en el poder un promedio de dos años cuando fueron reemplazados. Luego de 16 años, la historia se vuelve a repetir.
El pasado 17 de mayo, Guillermo Lasso, actual presidente de Ecuador, ejerció su facultad constitucional de disolver el congreso y convocar a elecciones anticipadas generales para que nuevos legisladores y un nuevo mandatario culminen el actual periodo. Con esta decisión, que ha agitado el ya inestable escenario político ecuatoriano, Lasso se unirá a otros cuatro Jefes de Estado que han terminado sus mandatos anticipadamente.
Este es el recuento histórico de los presidentes que no pudieron culminar sus periodos en Ecuador.
Jaime Roldós Aguilera (1979- 1981)
El primer presidente que Ecuador tuvo tras el retorno a la democracia, luego de una década de dictaduras civiles y militares, fue Jaime Roldós Aguilera. El hombre de 39 años asumió el poder el 10 de agosto de 1979. Roldós llegó a Carondelet impulsado por los ahora extintos partidos políticos Concentración de Fuerzas Populares en alianza con la Democracia Popular ecuatoriana.
El 24 de mayo de 1981, Roldós pronunció su último discurso como presidente en el Estadio Olímpico Atahualpa de Quito durante una ceremonia cívico militar en la que se condecoró a los héroes de la Guerra de Paquisha, uno de los conflictos bélicos entre Ecuador y Perú sucedido en ese año.
Fue entonces cuando el mandatario dijo su recordada última frase: “Este Ecuador amazónico por siempre y para siempre ¡Viva la Patria!”. Luego Roldós, acompañado por su esposa Martha Bucaram, el ministro de Defensa, Marco Subía Martínez y su esposa, por su edecán y por la tripulación del avión, partieron hacia Macará en Loja, al sur del país. Ese viaje le costaría la vida al presidente y a sus acompañantes.
Faltaban pocos minutos para el aterrizaje cuando la aeronave presidencial se estrelló con una roca que estaba en la cima del cerro Huayrapungo, cerca de Macará. En el destino a Roldós lo esperaba un helicóptero que al perder la comunicación con la aeronave, y al observar que no arribaba a la pista, salió a buscarla y encontró los restos del avión en la ladera del cerro.
Enseguida los miembros del Ejército que estaban en un cuartel cercano iniciaron las labores de rescate, pero no encontraron sobrevivientes. El presidente murió al instante, según indicó la autopsia. De acuerdo con los testimonios de los habitantes de la zona, el mandatario y su esposa eran los únicos reconocibles en el sitio de la tragedia. Roldós aún llevaba la misma corbata roja con la que pronunció su último discurso.
Con la muerte de Roldós, su vicepresidente Osvaldo Hurtado asumió la Presidencia hasta 1984, completando el resto de periodo que quedaba.
Abdalá Bucaram Ortiz (1996-1997)
El 10 de agosto de 1996, Abdalá Bucaram Ortiz asumió la Presidencia de Ecuador. Bucaram ha sido calificado como un fenómeno político por su extravagancia, carisma e ingenio que lograron conquistar a las clases populares e intelectuales. Su candidatura fue impulsada por el Partido Roldosista Ecuatoriano, creado Buracam después de la muerte de su cuñado Jaime Roldós Aguilera. Los partidos de izquierda del país apoyaron a Bucaram en el balotaje.
Apenas pasaron seis meses desde su posesión cuando las calles convulsionaron en contra del gobierno de Bucaram, que tenía varias denuncias por corrupción y mala administración. Mientras los manifestantes mostraban su descontento, en el congreso se preparaba una resolución para destituirlo.
El 6 de febrero de 1997, el legislador del Partido Social Cristiano, Franklin Verduga, presentó una moción en el Parlamento para declarar a Bucaram con incapacidad mental. La propuesta fue apoyada por 44 de 82 diputados, la mayoría del partido de Verduga y de la Democracia Popular.
En ese momento le correspondía asumir a Rosalía Arteaga, vicepresidenta de Bucaram, pero ella solo estuvo once días en el poder porque el Congreso no reconoció la sucesión constitucional y declaró a Fabián Alarcón, que era presidente del Legislativo, como Jefe de Estado. A este momento en la historia política de Ecuador se lo conoce como la Noche de los tres Presidentes.
Ya derrocado, Bucaram se refugió en Panamá, en donde permaneció hasta abril de 2017, cuando la Corte Nacional de Justicia declaró la prescripción de los dos juicios de peculado que afrontaba el expresidente.
Jamil Mahuad (1998-2000)
El siguiente presidente constitucional de Ecuador, es decir elegido en elecciones generales, fue Jamil Mauhad. El político se había desempeñado como diputado y como alcalde de Quito. La Democracia Popular apoyó su candidatura y Mahuad asumió el poder el 10 de agosto de 1998.
El 26 de octubre de 1998, con apenas dos meses en el poder, Mahuad firmó el Acuerdo de Paz con Perú junto a su homólogo Alberto Fujimori. Este instrumento finalizó el conflicto bélico entre ambas naciones. Mahuad asumió personalmente la negociación y logró la suscripción del acuerdo que tuvo como testigos a los mandatarios de Argentina, Brasil, Chile, Bolivia y Colombia, a representantes del gobierno de los Estados Unidos, a los reyes de España y a un representante del Papa Juan Pablo II, que se reunieron en Brasilia.
A Mahuad se lo recuerda por algunos momentos críticos de la historia ecuatoriana como la crisis económica de 1998 y 1999 que resultó en el Feriado Bancario, cuando el presidente decretó el congelamiento del dinero de los clientes y socios del sistema financiero por 24 horas. La decisión de Mahuad buscaba generar algún tipo de valor en el dinero que estaba en las entidades bancarias y cooperativas para evitar el retiro masivo del capital. Sin embargo, la medida desembocó en un pánico financiero, pues los ahorristas retiraron en masa su dinero, varios bancos no pudieron cumplir con la demanda de sus clientes y quebraron.
Con la crisis económica, financiera y fiscal de 1999, Mahuad tomó la decisión de dolarizar a Ecuador. Según el Banco Central, “la adopción de la dolarización ha sido favorable para combatir la indisciplina fiscal, alcanzar la estabilidad de precios, aumentar el poder adquisitivo de los ciudadanos, facilitar la planificación financiera en el sector privado, reducir los niveles de pobreza y generar condiciones favorables para la inversión y crecimiento en el país”.
Entre 1980 y 1998, la inflación anual promedio de Ecuador fue del 36,4%, pero luego de dolarizar el país, en el periodo 2001-2019, este indicador se ubicó en 4,5%.
Apenas 13 días después de que Ecuador adoptara al dólar como moneda oficial, el 21 de enero del 2000, Mahuad fue derrocado por los coroneles de las Fuerzas Armadas. En ese golpe de Estado participó quien unos años después sería presidente: Lucio Gutiérrez.
El derrocamiento sucedió en medio de protestas lideradas por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador.
Mahuad que ya estaba caído se refugió en la Embajada de Chile en Quito, donde le concedieron asilo político. Mientras que las Fuerzas Armadas en la sede del Comando Conjunto, en la madrugada del 22 de enero del 2000, declararon como Jefe de Estado al vicepresidente Gustavo Noboa. Un día después, el congreso oficializó la posesión aduciendo que Mahuad había abandonado el poder.
Con ayuda de la Policía Nacional, Mahuad logró salir del Ecuador en un vuelo que tuvo por destino Chile.
Lucio Gutiérrez (2003-2005)
El Partido Sociedad Patriótica apoyado por el movimiento indigenista Pachakutik llevaron al poder al ex coronel del Ejército, Lucio Gutiérrez, que tomó posesión el 15 de enero de 2003. Gutiérrez ganó relevancia cuando lideró el derrocamiento de Jamil Mahuad y, luego de la baja de las Fuerzas Armadas, incursionó libremente en la política.
Aunque los partidos de izquierda respaldaron a Gutiérrez en su candidatura, cuando este llegó al poder se lo acusó de girar hacia el neoliberalismo. Además, su gobierno fue señalado por escándalos de corrupción que incluían nepotismo, pues los familiares del entonces presidente formaban parte de la administración pública.
Uno de los escándalos que enfrentó Gutiérrez fue el descubrimiento de que buena parte del armamento de las Fuerzas Armadas había desaparecido de los cuarteles y se creyó que esas armas habían sido entregadas a las Fuerzas Revolucionarias de Colombia.
También Gutiérrez, a través de su mayoría oficialista en el congreso, logró la destitución de los magistrados de la Corte Suprema de Ecuador y los reemplazó por otros nombrados por sus legisladores. El presidente de la nueva Corte Suprema, Guillermo Castro Dager, anuló los juicios en contra del expresidente Abdalá Bucaram. Esa corte nombrada por el oficialismo se conoció como la Pichi Corte, en referencia al apodo de Castro Dager. Aunque Gutiérrez siempre lo negó, se ha sostenido que el entonces presidente pactó con Bucaram para permitirle retornar a Ecuador y así obtener el apoyo del Partido Roldosista Ecuatoriano.
Los escándalos de corrupción y el posible retorno de Abdalá Bucaram ocasionaron que los ciudadanos quiteños protagonizaran una serie de protestas autoconvocadas. Gutiérrez denominó a los manifestantes como forajidos.
Frente a la convulsión en las calles, Gutiérrez declaró el Estado de Emergencia, el 15 de abril de 2005. Además, cesó a los miembros de la Pichi Corte y anuló sus decisiones, también suspendió varios derechos civiles.
Cinco días después de esa decisión, el 20 de abril, con el incremento de las protestas ciudadanas, el entonces alcalde de Quito, Paco Moncayo, cerró las vías de acceso a la ciudad e impidió que arribaran buses que movilizaban a simpatizantes de Gutiérrez. Los manifestantes incendiaron el edifico del Ministerio de Bienestar Social y las protestas se tornaron violentas.
Gutiérrez, que estaba cercado, salió del Palacio de Carondelet en un helicóptero que tomó desde el techo del edificio. Antes había ordenado la custodia del congreso por parte de la fuerza pública.
A pesar de no poderse reunir en la sede del Legislativo, los diputados instalaron una sesión en el Centro Internacional de Estudios Superiores de Comunicación para América Latina (Ciespal). En esa reunión resolvieron la destitución de Gutiérrez bajo la causal de “abandono del cargo”. En ese mismo edificio académico, Cynthia Viteri, diputada del Partido Social Cristiano y entonces vicepresidenta del congreso, posesionó al vicepresidente de Gutiérrez, Alfredo Palacio, como Presidente.
Guillermo Lasso (2021-2023)
El empresario y político Guillermo Lasso asumió la Presidencia de Ecuador el 24 de mayo de 2021, luego de su tercer intento por llegar al poder de la mano de su movimiento CREO. Lasso que se posesionaba como el retorno de la derecha ecuatoriana a Carondelet llegó luego de que Rafael Correa gobernara por una década y después de que Lenín Moreno culminara su mandato.
Aunque en los primeros meses de gestión, Lasso alcanzó un nivel de popularidad superior al 70 % por la exitosa campaña de vacunación anticovid que su gobierno emprendió, pronto esa aceptación se esfumó. Las masacres carcelarias que derivaron en violencia en las calles entramparon al Ecuador en escenarios de inseguridad y terrorismo nunca antes vistos.
Lasso que apenas obtuvo que doce de sus candidatos fueran elegidos como legisladores, también enfrentó en menos de dos años varios intentos de destitución y derrocamiento. Uno de ellos sucedió en junio de 2022, cuando la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) liderara una serie de protestas que paralizaron al Ecuador por 18 días. En ese momento, la oposición en la Asamblea Nacional invocó el recurso constitucional de la disolución anticipada de los poderes representativos que buscaba destituir al presidente y convocar a nuevas elecciones, pero no obtuvieron los votos. Lasso logró terminar con las protestas luego de firmar un acuerdo con la Confederación.
A pesar de instalarse mesas de diálogos para resolver los requerimientos de la Conaie, las organizaciones indígenas confederadas en más de una ocasión pidieron a Lasso que renunciara al poder.
El más reciente intento porque Lasso abandonara su cargo sucedió nuevamente en la Asamblea Nacional, donde la oposición impulsó un juicio político en contra del mandatario por su responsabilidad política en un caso de malversación de fondos. Los proponentes, del partido correísta y del Partido Social Cristiano, acusaron a Lasso del mal uso de los recursos públicos por no impedir la renovación automática de un contrato entre la Flota Petrolera Ecuatoriana y Amazonas Tanker Pool.
La Corte Constitucional admitió el enjuiciamiento político y este se tramitó en el congreso. Lasso se defendió ante los legisladores el 16 de mayo de 2023, pero la mañana siguiente anunció que había decretado la disolución del congreso y dispuesto que se convoque a nuevas elecciones. Esta facultad se recoge, desde el 2008, en el artículo 148 de la Constitución Ecuatoriana y se puede ejecutar cuando existe “grave crisis política y conmoción interna”.
Los comicios extraordinarios en Ecuador se realizarán en agosto y se elegirá a un nuevo presidente de la República y a 137 legisladores que deberán completar el actual periodo que culmina en el 2025. Lasso ha anunciado que no participará en las elecciones, por lo que dejará el poder antes de que finalice este año.
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