Iroel Sánchez Espinosa murió este jueves en la tarde a los 58 años de edad en La Habana, Cuba. Sánchez era considerado ideólogo del aparato de propaganda de la dictadura cubana. En la isla fue reconocido como periodista, analista político, escritor, editor y realizador audiovisual.
“La Revolución Cubana ha perdido hoy a un hijo que consagró a ella y al ideal socialista hasta sus últimas energías. Como intelectual infatigable, Iroel Sánchez deja una grande y valiosa obra y un modelo de revolucionario total. Abrazo sentido a la familia, compañeros y amigos”, escribió en su cuenta de Twitter el dictador Miguel Díaz-Canel.
Sánchez Espinosa dirigió la Casa Editora Abril y fue presidente del Instituto Cubano del Libro y del Comité Organizador de la Feria Internacional del Libro de La Habana.
El Ministerio de Cultura y del Ministerio de Comunicaciones cubano agrega que Sánchez Espinosa “fue uno de los fundadores de la revista cultural digital La Jiribilla y participó activamente en la gestación de la Red de Intelectuales, Artistas y Luchadores Sociales En Defensa de la Humanidad”.
Desde los distintos aparatos mediáticos e instituciones de la dictadura, Iroel Sánchez fue una pieza esencial para para controlar desde la Internet “el pensamiento en las redes”.
Ya sea en sus textos que publicaba en internet o en el programa de televisión La Pupila Asombrada, Sánchez arremetía contra cualquier activista político o intelectual que cuestionara a la dictadura de Cuba.
Debido a su protagonismo dentro del aparato de propaganda y censura de la dictadura castrista, fue incluido en 2017 en la lista de “represores cubanos” de la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba (FDHC), quien lo consideraba un activo “colaborador de la Sección 3 de la contrainteligencia del Ministerio del Interior, encargada de vigilar el sector cultural, artístico y académico en Cuba”.
El dramaturgo cubano Yunior García Aguilera, perseguido por la dictadura cubana, señaló en Twitter los métodos de Sánchez contra la disidencia.
“Ha muerto Iroel Sánchez, un talibán del castrismo, uno de los ideólogos y artífices más siniestros de la represión y la censura en Cuba. Iroel fue odiado, incluso, por la mayoría de los intelectuales y figuras de la cultura que aún simpatizan con el régimen”, sostuvo García Aguilera.
Seguir leyendo: