El teléfono lo tiene colapsado con los cientos de mensajes y llamados de felicitaciones. “Espero que vengan muchos más”, dice a Infobae vía mensaje de texto Francisco Negroni, un fotógrafo chileno que nuevamente acaricia el reconocimiento gracias a su talento para captar con su lente impactantes paisajes y volcanes, y que le valió un importante último galardón: el de “Fotógrafo del año”, de los London Photography Awards 2023.
La imagen que le permitió adjudicarse un nuevo premio internacional -Negroni ya acumula más de 50 reconocimientos-, se centra en el Volcán Villarrica, uno de los macizos más activos de Sudamérica, y que el fotógrafo retrató cubierto de nieve e iluminado en su pico gracias al resplandor de su magma que se reflejó en una nube con forma de platillo.
“Más de 15 noches esperando bajo el volcán por esta fotografía, no es fácil, pocos saben los sacrificios que se pasa por buscar esto, muchos me vieron noche a noche allí, esperando y esperando, confié en Dios, en mí y en el volcán y lo logré”, comentó Negroni tras su triunfo en sus redes sociales.
“Mi premio 53. Feliz de haber conseguido otro premio internacional. Solo agradecer a quienes siempre me han apoyado. Mi hermano, mi familia, mi hijo”, añadió el profesional, que es guía de turismo aventura y que se inició como reportero gráfico en distintos medios de comunicación chilenos hasta que, en 2013, decidió volcar en la fotografía su pasión por la naturaleza.
“Ya he contado todo, je”, añade sobre su último trabajo sobre el Volcán Villarrica, que esconde un particular proceso. Primero, desde el inicio de su viaje para aproximarse al ciclo de comportamiento del macizo y, luego, hasta conseguir el 7 de diciembre de 2022 la toma perfecta.
“En noviembre de ese año viajé un par de veces, pero en diciembre decidí ir y quedarme. Fueron unos 15 días recorriendo los miradores”, contó al diario Las Últimas Noticias, consciente que en ese minuto el Villarrica experimentaba una intensa actividad y con un aviso de alerta amarilla decretado por las autoridades.
“Lo que casi siempre hago es tratar de dormir una hora y pongo despertador para ir viendo lo que está pasando. Si no está ocurriendo nada pongo el despertador en una hora más y me vuelvo a dormir. Así estoy toda la noche”, detalló al mismo medio.
Precisamente, aquel 7 de diciembre las condiciones del cielo comenzaron a cambiar y Negroni no le quitó los ojos de encima desde su auto, aparcado en un mirador que daba estratégicamente hacia las cuevas volcánicas. “Los que conocen de volcanes saben que cuando el clima empeora aparecen nubes lenticulares, o con forma de platillo”, recordó.
“Por suerte apareció esa nube de un momento a otro, muy rápido, a las cinco de la madrugada (…) Miré desde mi auto y vi que se estaba formando la nube. Salté fuera del auto y comencé a obturar. Las cámaras ya las tenía montadas desde antes”, relató el profesional, que consiguió la foto con su equipo estándar compuesto por dos cámaras: la Nikon D610 y la Nikon D600, que fue con la que tomó la imagen ganadora.
“Si algo llega a pasar tengo dos encuadres totalmente diferentes para después tener más opciones a la hora de elegir una fotografía”, señaló el medio chileno en una entrevista en la que también reflejó el aspecto que más lo conmovió.
“Lo más espectacular es ese brillo que da el cráter del volcán y que se refleja en la nube tomando un color rojo. Es una nube que empieza a girar en torno al cráter. El color era muy intenso”, indicó el profesional de 48 años que también ha sido premiado por imágenes de volcanes como el Calbuco o el Cordón Caulle.
Con todo, y además del reconocimiento, Negroni ganó 3 mil dólares por su premio y una nueva imagen para su amplia vitrina de premios que se ha encargado de nutrir con capturas que -asegura- evitan el uso de cualquier intervención.
“No trabajo con filtros. Hago todas mis fotografías en formato RAW, que son como los negativos de la foto. Uno trabaja en RAW para después procesar la imagen, hacer un revelado donde se le pueda sacar el máximo provecho a la imagen. El archivo RAW es incorruptible, sirve para mostrar en caso que alguien tenga dudas de tu trabajo, para evidenciar que la foto no está trucada”, sentenció el galardonado fotógrafo .
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