El ex presidente brasileño Jair Bolsonaro declaró este martes durante varias horas ante la Policía Federal en Brasilia, donde volvió a negar su participación en la supuesta falsificación de certificados de vacunación contra el COVID-19 investigada por las autoridades.
Bolsonaro, cuya casa fue allanada a principios de mayo por este caso, llegó a la sede policial alrededor de las 13:40 locales (16:40 GMT) en un coche con ventanas oscuras y se retiró de la misma forma unas cuatro horas más tarde, sin hablar con la prensa, constató un fotógrafo de la AFP.
En su declaración ante los agentes, que duró “aproximadamente tres horas”, Bolsonaro volvió a negar su participación en el presunto esquema para forjar certificados de vacunación contra el COVID-19 a su nombre, de su hija de 12 años y de colaboradores, informó en Twitter el ex secretario de Comunicación y actual asesor de Bolsonaro, Fabio Wajngarten.
“Reiteró que jamás se vacunó, que desconocía cualquier iniciativa para eventual falsificación, inserción o adulteración de su carnet de vacunación y el de su hija”, añadió Wajngarten.
Las autoridades investigan una presunta “asociación criminal” sospechosa de “insertar datos falsos de vacunación anticovid en beneficio del entonces presidente” y sus allegados, de acuerdo con documentos oficiales.
El objetivo era “burlar las restricciones sanitarias impuestas por Brasil y por Estados Unidos”, a donde Bolsonaro viajó con una comitiva de familiares y asesores dos días antes de terminar su mandato, y donde permaneció por tres meses.
Según las investigaciones, el ex presidente, que sembró dudas sobres las vacunas en el auge de la pandemia -que dejó más de 700.000 muertos en Brasil-, fue ingresado en los registros del sistema de inmunización como si hubiera tomado dos dosis, en agosto y octubre pasados.
Tras el allanamiento en su casa, el ex mandatario ultraderechista (2019-2022), de 68 años, negó los señalamientos y acusó a las autoridades de intentar “fabricar un caso” en su contra.
“No me vacuné, punto, eso nunca lo negué”, dijo a periodistas.
Mauro Cid, ex edecán de Bolsonaro y considerado su mano derecha durante la presidencia, fue detenido por el caso, como sospechoso de “iniciar” la práctica de ilícitos, que también habría contado con la colaboración de subordinados, de un médico, un abogado y de otros militares.
Hasta el 11 de mayo, Estados Unidos exigía a los viajeros aéreos internacionales que presentaran prueba de vacunación contra el coronavirus, pero este requisito no se aplicaba a funcionarios de gobiernos extranjeros.
“En mis idas a Estados Unidos, nunca me fue exigido el certificado de vacunación”, explicó Bolsonaro.
Se desconoce cómo las autoridades estadounidenses manejaron la estancia del líder brasileño después de finalizar su mandato el 1 de enero.
Un portavoz del Departamento de Estado estadounidense dijo recientemente a reporteros que los registros individuales de visa son confidenciales.
(Con información de AFP)
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