El presidente electo de Paraguay, Santiago Peña, se declaró este martes dispuesto a restablecer las relaciones con el régimen de Venezuela, que el actual Gobierno de Mario Abdo Benítez rompió en enero de 2019, pero aclaró que ello no supondrá acallar la defensa de los derechos humanos y de la necesidad de “elecciones limpias, transparentes y participativas”.
En su primera rueda de prensa como presidente electo, Peña aseguró el lunes que habló telefónicamente con el dictador de Venezuela, Nicolás Maduro, a quien transmitió su voluntad de restablecer el vínculo con Caracas.
En ese contexto, manifestó su “firme convicción integradora” y su creencia de que los pueblos de América Latina deben estar unidos.
“Esto tiene sentido económico, político y social, y voy argumentar en cada uno de los foros por qué tenemos que trabajar de manera unida”, agregó.
“Ahora -complementó Peña-, nuestra vinculación con los países no tiene que ser el argumento para acallar nuestra defensa sobre los derechos humanos y la necesidad que hayan elecciones limpias, transparentes y participativas. Porque lo mismo que yo quiero para mi país, es lo que quiero para todos los países con los cuales nosotros mantenemos relaciones”.
De igual forma, aclaró que “la relación no es con un presidente, es con el pueblo” y argumentó que ambos países necesitan tener vínculos, especialmente tras la llegada de muchos inmigrantes venezolanos a suelo paraguayo.
También vio una oportunidad para el comercio bilateral, al indicar que su país es “un gran productor de alimentos” y Venezuela necesita “poder abastecer de alimentos a su población”.
En todo caso, admitió que hay ser respetuoso de cada uno de los procesos internos en los países.
Abdo Benítez rompió relaciones diplomáticas con Venezuela en enero de 2019 y anunció el cierre de su embajada en Caracas, luego de que Maduro asumiera su segundo periodo de Gobierno tras un proceso electoral que su Gobierno tachó de “ilegítimo” y que fue cuestionado por la mayor parte de la comunidad internacional debido al amaño de la consulta popular.
Paraguay se sumó en ese entonces a la declaración ministerial adoptada por el Grupo de Lima, que determinó el no reconocimiento del mandato de Maduro.
Santiago Peña se impuso en las elecciones presidenciales de Paraguay, el pasado domingo, con más de 15 puntos de ventaja sobre su competidor inmediato, el opositor Efraín Alegre. Así, el Partido Colorado mantuvo el poder luego de una campaña convulsionada por las fracturas internas.
La justicia electoral estimó la participación de electores en 62% sobre un total de 4,8 millones de empadronados en una población de 7,5 millones de habitantes.
El ganador de esta elección sucederá el 15 de agosto al presidente Mario Abdo Benítez.
(Con información de EFE)
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