“Estamos seguros que la unión es el mejor camino: O es la Patria o es la mafia”, dijo Efraín Alegre el año pasado al anunciar su fórmula candidata para las elecciones de este domingo. Por “mafia”, se refería al Partido Colorado, que gobierna el país sudamericano desde hace 76 años -con un impasse en el que el ex obispo católico Fernando Lugo ostentó la presidencia- y que se ha visto fracturado por críticas y acusaciones de corrupción.
El principal candidato opositor a la Presidencia de Paraguay -esta vez como parte de la coalición Concertación Nacional- se presenta por tercera vez: Alegre perdió los comicios de 2013 frente a Horacio Cartes (2013-2018) y los de 2018 ante el actual presidente Mario Abdo en 2018. Pero, a diferencia de las oportunidades anteriores, esta vez parece tener más posibilidades que nunca, gracias en parte a la trabajadora social Soledad Núñez como aspirante a vicepresidenta, con quien buscan atraer especialmente el voto de las mujeres y los más jóvenes.
Alegre, líder del Partido Liberal, anunció en días pasados los nombres de quienes conformarían su gabinete de Gobierno, en su mayoría procedentes de distintos sectores políticos, incluido el Colorado.
De llegar a la Presidencia, designará al actual diputado y presidente del opositor Partido Patria Querida (PPQ), Sebastián Villarejo, al frente del Ministerio del Interior; mientras que el empresario, ex alcalde de Asunción y el ex jefe de gabinete durante la presidencia de Federico Franco, Martín Burt, puede encabezar el Ministerio de Industria y Comercio.
El ex diputado y militante del gobernante Partido Colorado Edmundo Rolón estaría a cargo del Ministerio de Defensa. La dirigente liberal Rafaela Guanes y la artista Ana Brun ocuparían los despachos de la Mujer y Cultura, respectivamente, mientras que la chef y candidata al Senado Teresita O’Hara sería titular del Sistema Nacional de Formación y Capacitación Laboral.
El candidato ha propuesto durante su campaña el acceso gratuito a medicamentos, ampliar la cobertura a internet y una política de participación y protección de las mujeres, entre otros temas que desgranó en un documento de 148 páginas presentado el miércoles.
Durante una entrevista con Infobae a horas de las octavas elecciones generales que Paraguay celebrará desde el fin de la dictadura de Alfredo Stroessner, en 1989, Alegre criticó a Santiago Peña por no querer participar de los debates, y contó cómo cambiará la política internacional de Paraguay si gana el domingo.
-Las últimas encuestas los posicionan a su fórmula y a la de Peña bastante cerca. ¿Qué espera para el domingo y dónde cree que se definirán las elecciones?
-Sí, tenemos algunas mediciones que nos dan una diferencia pequeña. Sin embargo, tenemos otras que dan mucho mejor. Nosotros estamos viendo un posicionamiento muy fuerte, creemos que la diferencia va a ser mucho más importante, y yo creo que las elecciones en Paraguay hoy están realmente muy disputadas en todos los departamentos. Creo que en ese sentido va a ser importante la victoria de Central, Cordillera, Caaguazú, Alto Paraná. Son departamentos que históricamente ganamos. Amambay, Concepción, eso significa ya una importante mayoría que consolida una victoria.
Estamos realmente muy bien, muy contentos. Los otros están perdidos, desesperados, tratando de obstaculizar y frenar el proceso, buscando excusas, tratando de ver si se puede prorrogar las elecciones... La típica conducta de los que se ven perdedores. Las elecciones se van a hacer y vamos a controlar como nunca antes para evitar cualquier tipo de irregularidades
-Este año no se concretó el debate presidencial. ¿Qué tiene para decir al respecto?
-El debate no se hizo porque Peña, que es realmente una persona improvisada, no tiene ninguna trayectoria política. No es el líder del proyecto, el líder es Horacio Cartes, acusado de corrupción por EEUU; él es apenas el secretario, el contador de Cartes. Lo que no pudo hacer Cartes en el 2017, la reelección vía una enmienda inconstitucional, lo quiere hacer hoy vía Peña. Pero así como en el 2017 le ganamos, le vamos a volver a ganar.
-¿Cuáles son los principales problemas y desafíos de Paraguay hoy que piensa encarar si gana el domingo?
-La pobreza y la vulnerabilidad, que representan más del 50% de nuestra población. Ése es el principal problema. Queremos recuperar la institucionalidad de la seguridad jurídica. Tenemos que recuperar la justicia que hoy está comprometida por el dinero de la ilegalidad del crimen organizado, que con el dinero sucio manejan la Fiscalía, los jueces, sobornan a parlamentarios. Ese es el gran salto que necesita Paraguay para su desarrollo. Tenemos que utilizar nuestros recursos abundantes, como es la energía. Nosotros no tenemos que exportar nuestra energía, la tenemos que usar para nuestro desarrollo, para generar empleo y trabajo para nuestros compatriotas. Vamos a tener una nueva política energética y para eso va a ser muy importante precisamente la seguridad jurídica. Trabajo, oportunidad y salud es lo que nos reclama la ciudadanía como la gran prioridad que requiere el país.
-¿Qué relación buscaría tener con los países de la región, en caso de llegar al Gobierno? ¿Y cómo encarará su vínculo con Nicaragua y Venezuela?
-Tenemos una política de relaciones con todo el mundo. Creemos que las relaciones tienen que ser abiertas, y lo vamos a hacer con todos los países no sólo del continente sino del mundo. Tenemos una visión clara de fortalecer el proceso de integración del Mercosur, de su entendimiento con la Unión Europea. Estamos convencidos de que ése es el camino que hay que transitar a pesar de reconocer que no hemos sido muy eficientes, pero de todas maneras es el camino que tenemos que transitar, así que apostamos plenamente al proceso y y nuestra política exterior será abierta al mundo.
-Usted ha valorado como “una opción importante” una posible relación con China continental. ¿Cuáles son sus planes para Paraguay teniendo en cuenta que es uno de los pocos países que mantienen lazos con Taiwán?
-La relación con Taiwán es particular porque es una relación que implica dejar de tenerlas con China, que es un mercado importante más grande a nivel internacional. Nosotros creemos que hoy las relaciones de Paraguay con Taiwán deben ser revisadas. Creemos que el Paraguay hace un esfuerzo enorme. Somos un país pequeño y hacemos un esfuerzo muy grande para dejar de lado las oportunidades que significa el mercado chino para mantener relaciones con Taiwán, y creemos de que no existe el mismo esfuerzo de parte de Taiwán; creemos que no está haciendo el mismo esfuerzo que hace Paraguay. Vamos a trabajar y luego iremos viendo para tomar una decisión. Tenemos algunas críticas a las condiciones actuales pero no tenemos una decisión total, lo vamos a evaluar, lo vamos a analizar, lo vamos a discutir y luego lo resolveremos en su momento oportuno.
-Por último, ¿cuál es su postura sobre la guerra entre Rusia y Ucrania?
-Una guerra es realmente un fracaso de la política internacional de los organismos y un despropósito total. Esta guerra significa un tremendo daño, no solamente para los países afectados, sino para el mundo entero. Las resoluciones de los conflictos se vienen discutiendo desde hace mucho tiempo en instancias internacionales con mecanismos pacíficos y creemos que resulta absolutamente inoportuna la actuación del gobierno de Rusia con respecto a esta guerra. Lamentamos mucho que hoy todavía el uso de la fuerza, de la violencia, se imponga al respeto de los derechos internacionales.
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