Con los votos del oficialismo, el Senado aprobó este jueves la ley de reforma del sistema de seguridad social impulsada por el Gobierno de Luis Lacalle Pou, que, entre otras medidas, aumenta la edad de retiro de los 60 a un máximo de 65 años.
Luego de que la Cámara de Representantes aprobara modificaciones al texto original y con 17 votos afirmativos en 28, los senadores de los partidos que integran la coalición de Gobierno ratificaron los cambios a la norma, que será remitida al Poder Ejecutivo para su promulgación.
El proyecto, ya devenido en ley, había sido aprobado por la Cámara de Senadores el pasado diciembre y pendía de la votación por parte de los diputados, donde objeciones del derechista Cabildo Abierto (CA) y del centroderechista Partido Colorado (PC) obligaron al Ejecutivo de Lacalle Pou a negociar.
Así, entre otras medidas, el PC y CA, pidieron revisar las pensiones por viudez y por incapacidad severa o reducir de 25 a 20 años la medida de “mejores años” para calcular el sueldo básico jubilatorio.
Creada con el aval de una Comisión de Expertos en Seguridad Social, antes de su envío al Parlamento en octubre de 2022 la reforma fue calificada como “necesaria” y “solidaria” por Lacalle Pou, quien ha destacado su aprobación como una de las grandes prioridades de su mandato.
Sin embargo, no fue acompañada ni por la opositora coalición de izquierdas Frente Amplio, que gobernó entre 2005 y 2020, ni por los sindicatos.
Miles de trabajadores de áreas como la salud, el transporte o la educación se movilizaron este martes en Uruguay en el marco del paro general convocado por la central sindical, el PIT-CNT, para expresar su rechazo al proyecto de reforma jubilatoria del Gobierno, que calificaron de “socialmente ineficiente” y “contra la gente”.
En la jornada en que se votó el articulado del proyecto en la Cámara Baja, que culminó su labor el miércoles para devolverlo al Senado, sus opositores se concentraron fuera del Palacio Legislativo para protestar.
Allí, el vocero del PIT-CNT Sergio Sommaruga apuntó contra el plan de un Gobierno que, dijo, no escuchó a los trabajadores y tuvo en cuenta solo el beneficio de “una minoría privilegiada”.
Las claves de la reforma jubilatoria
Regirá a partir de los nacidos el 1 de enero de 1973. Estas personas se jubilarán a los 61 años, en lugar de hacerlo a los 60 como hasta hoy. Luego, los nacidos en 1974 podrán retirarse a los 62, y así hasta llegar a los de 1977 en adelante, que tendrán permitido hacerlo desde sus 65.
No obstante, la reforma recoge dos excepciones para no retirarse con 65 años de edad. La primera es por una “carrera laboral extensa” y afecta a aquellos que tengan 30 años aportados cuando entre en vigencia la ley, y a aquellos que en general alcancen los 40 años de trabajo.
La otra forma de acceder a una excepción es trabajar en un puesto “particularmente exigente”, como es el caso de los obreros de la construcción y los trabajadores rurales que desempeñen puestos de trabajo que impliquen “un alto grado de esfuerzo físico”. En ese caso, podrán jubilarse a los 60 años con 30 cotizados.
En otro orden, hasta ahora el sistema de jubilaciones era mixto y así continuará pero con modificaciones. En la actualidad, del 15% del salario que el trabajador aporta para el sistema jubilatorio, 7,5% van para el BPS (Banco de Previsión Social) y 7,5% para las AFAP (Administradoras de fondos de ahorro previsional). Con el cambio, el 10% irá para el BPS y el 5% restante para las AFAP.
Por último, también cambiará el cálculo del sueldo básico jubilatorio. A partir de la reforma, se tomarán los 20 mejores años para la ecuación. Recuerda El País que a ese número se llegó después de largas negociaciones entre Cabildo Abierto y Lacalle Pou, dado que la propuesta inicial del gobierno era que se tomaran 25 años.
En tanto, luego de una solicitud del Partido Colorado, se incluyó un mecanismo de rebaja del Impuesto de Asistencia a la Seguridad Social (IASS).
(Con información de EFE)
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