Los Ejecutivos de Perú y Chile, así como de Ecuador y Venezuela evalúan habilitar un corredor humanitario en la frontera entre los primeros dos países en medio de la crisis migratoria en la que se encuentran.
Las últimas dos semanas, Perú ha endurecido los controles y hasta ha decretado el estado de emergencia durante 60 días en sus territorios límite, que incluye el envío de 300 militares más a la zona para reforzar la vigilancia y enfrentar la inseguridad.
“En la primera línea estará la policía, de la cual ya hay 390 oficiales. En la segunda línea -a 100 metros de la frontera- estarán las Fuerzas Armadas reforzando la seguridad”, comentó el ministro peruano del Interior, Vicente Romero.
Estas medidas han derivado en el impedimento de paso de cientos de migrantes -en su mayoría haitianos, venezolanos, colombianos y ecuatorianos- cada día, que quedan varados en la nación sudamericana.
Las autoridades peruanas justifican su decisión por la falta de documentación de los viajeros, que en su mayoría están en condiciones irregulares de tránsito.
Es por ello que Romero comentó este viernes que las partes han comenzado un trabajo conjunto en pos de dar respuesta a estas personas poner fin a la crisis.
“A nivel de la Cancillería se está trabajando tanto con Chile, Ecuador y también con Venezuela para poder ver de qué manera puedan pasar esas fronteras y no tener ningún problema”, comentó al respecto Romero en diálogo con la radio local RPP.
Enfatizó, asimismo, que lo importante es “darles la seguridad necesaria a todos los extranjeros que voluntariamente quieran regresar a su país”. “Una vez que se establezca el corredor humanitario se va a llevar a cabo como debe ser”, prometió antes de concluir.
La oficina de la ONU para los Refugiados (Acnur) ha estimado que son entre 150 y 200 las personas que a diario se ven afectadas por esta situación en el límite entre Chile y Perú y que, como solución, se ven obligados a recurrir a pasos irregulares con la ciudad fronteriza peruana de Tacna. En tanto, otros se han instalado en Arica, del lado chileno, en campamentos informales.
Las conversaciones entre los Ejecutivos se dan luego de que Santiago de Chile convocara al embajador peruano, Jaime Pomareda, para expresar su descontento tras las polémicas declaraciones del alcalde peruano.
El funcionario de la ciudad de Tacna brindó una entrevista en la que insultó a Gabriel Boric por su falta de acción para controlar la situación de estos migrantes irregulares. “No podemos permitir que un innombrable e irresponsable como su Presidente esté trasladando los problemas a la frontera, esto no lo podemos permitir”, comentó en diálogo con la cadena CNN.
Sus dichos generaron enfado en el Palacio de la Moneda, que emitió un comunicado en el que resaltaron “la disposición permanente del Gobierno de Chile por trabajar mancomunadamente en aras de buscar una solución (...) reiterando la voluntad de seguir trabajando, en un marco de respeto, por el fortalecimiento de vínculos permanentes de amistad y cooperación entre ambos pueblos hermanos”.
Poco después, el Ministerio de Exteriores de Perú siguió la línea del país vecino y también convocó al Embajador chileno para “expresarle su protesta por la falta de colaboración mostaza por las autoridades policiales chilenas” en la zona durante los últimos días.
(Con información de AFP)
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