Siete personas murieron la noche del martes durante un operativo policial en el estado brasileño de Goiás, en el centro del país, tras un tiroteo entre las fuerzas de seguridad y una banda criminal.
Según las autoridades, los delincuentes planeaban un robo que fue frustrado ante la aparición de los oficiales.
El grupo sospechado de estar involucrado, conformado por doce “integrantes de varios estados”, se preparaba para asaltar un transitado peaje vial en el municipio de Cristalina, que por su cercanía, lo conecta con la capital del país, Brasilia, informó la Policía Militarizada de Goiás.
El operativo realizado a última hora, la víspera, en una residencia campestre surgió del servicio de Inteligencia luego de que recibieran información sobre los planes del grupo de realizar el atraco. Los oficiales contaron con el apoyo del Batallón de Operaciones Especiales de la Policía Militarizada del Distrito Federal de Brasilia para enfrentar a la banda.
“Los equipos de la Policía fueron recibidos con disparos de arma de fuego”, informaron y detallaron que, como consecuencia del tiroteo, cuatro sospechosos terminaron muertos en el lugar mientras los otros tres fueron trasladados a un hospital próximo donde, más tarde, fallecieron.
Las autoridades confirmaron que los delincuentes tenían en su poder once armas de “alto poder bélico”, las cuales fueron localizadas en la casa en el municipio de Nova Gama, junto con cuatro automóviles robados, explosivos que serían detonados en el frustrado ataque al peaje y diversas herramientas.
Mientras avanza la investigación, la Policía mantiene abierta la búsqueda por los restantes integrantes de la banda que se dieron a la fuga en medio de la balacera.
Este episodio, aunque aislado, se da en medio de una ola de ataques criminales que tuvo lugar a mediados de marzo en 14 ciudades al noroeste del país.
En aquella oportunidad, un enfrentamiento entre la policía y una facción criminal desató una balacera e incendios en los que uno de los sospechosos perdió la vida y otros nueve fueron arrestados.
Según detalló la Secretaría Pública del estado, todos los ataques se registraron entre las 00.00 y las 02.00 hora local del martes 15 de marzo e incluyeron incendios de autobuses escolares, vehículos particulares y oficiales, y tiroteos contra sedes de órganos públicos.
Las autoridades brasileñas concluyeron que la banda conocida como Sindicato del Crimen, que opera en prisiones y controla el narcotráfico en la región, podría ser la responsable de esta ola de violencia.
El motivo habría sido una disconformidad con el tratamiento que reciben en las cárceles, comentó el secretario regional de Seguridad Pública, Francisco Canindé, en declaraciones a CNN Brasil.
“El sistema penitenciario es rígido, no hay comunicación vía telefónica y ellos quieren que esa situación se flexibilice”, comentó al respecto y sumó que también podrían haber influido las recientes operaciones impulsadas para combatir la criminalidad.
(Con información de EFE)
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