10 de julio de 2021: tres camiones, un cargador frontal y una excavadora.
12 de junio de 2022: una casa patronal de 500 metros edificados, galpones, y maquinarias.
13 de enero de 2023: una planta hidroeléctrica.
25 de abril de 2023: un autobús, varias viviendas y hasta una iglesia.
Todos bienes incendiados en ataques coordinados y adjudicados al mismo grupo radical armado que opera en Chile y hoy extiende sus tentáculos en el país: Liberación Nacional Mapuche (LNM).
Esta semana, la violencia nuevamente se volvió a instalar en la macrozona sur de Chile tras una serie de ataques incendiarios que se registraron en Cañete (Región del Biobío), Lautaro (Región de La Araucanía) y Panguipulli (Región de Los Ríos) y que se adjudicó el colectivo denominado LNM, a través de lienzos y panfletos con consignas alusivas a su propia organización.
“Fuego y bala a los Yanaconas del Territorio Mapuche. No a las leyes del gobierno”, se leyó en uno de los carteles.
Luego de violentas jornadas en el territorio que comprende La Araucanía y Los Ríos -el territorio más crítico del conflicto entre el pueblo mapuche y el Estado chileno- durante estos días surgieron nuevas interrogantes sobre cómo opera este grupo y cuáles son sus principales motivaciones.
Lo que se conoce, principalmente, es que se trata de sujetos descolgados, integrantes de otras organizaciones radicalizadas, como la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), y que se organizaron en 2019 para proponer una solución armada al conflicto mapuche. También hay certeza que sus integrantes utilizan armas de guerra, como fusiles AK-47 o M16, que se trata de un grupo más agresivo que sus pares y que ofrecen la particularidad en que cada atentado reivindica a presos de otras orgánicas.
El sitio chileno Ex-Ante, por su parte, recogió los principales postulados del LNM en una declaración correspondiente que distribuyeron del 19 de noviembre de 2021.
“Reivindicamos a los verdaderos presos políticos mapuche que han caído en acciones directas contra forestales, latifundistas, áridos, constructoras, inmobiliarias y toda expresión capitalista que destruye nuestro Wallmapu”, indicaron, mientras también estipularon su principal objetivo.
“Planteamos un principal objetivo: la liberación de nuestro pueblo de la ocupación por parte del Estado chileno y argentino, que se hizo del 95% de nuestro territorio en una violenta y sucia campaña de Pacificación de la Araucanía en el gulumapu, y Campaña del Desierto en el puelmapu”, añadieron.
En la instancia, además, trataron de desmarcarse de la ejecución de acciones que puedan perjudicar a las emplazamientos de la zona donde LNM ya se ha atribuido cerca de 40 atentados.
“No concordamos con ataques a escuelas, jardines infantiles, postas rurales, ataques a pequeños parceleros, iglesias y otros objetivos que no financian la militarización en nuestro territorio, y que nos hagan caer en un error estratégico para el movimiento, quitándonos la legitimidad en nuestras comunidades”, aseguraron.
El gobierno, a través del delegado presidencial de La Araucanía, José Montalva, indicó las medidas que se están tomando por estos días y cómo han ido estrechando el cerco de sus operaciones. “Se están realizando detenciones selectivas por parte de Carabineros y en el último tiempo hemos tenido buenos resultados sacando de circulación a personas relacionadas al robo de vehículos en el sectores rurales, junto con las extorsiones”, señaló el funcionario al portal Emol.
“Quiero decirle a las personas que están detrás de estos atentados y si creen que quemando las herramientas de trabajo de personas de sus bienes van a lograr intimidar al Gobierno o al Estado para que los persigan, se equivocan. Son unos cobardes y se va a perseguir con todo el peso de la ley”, manifestó Montalva.
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