La quimera del oro en Bolivia

La falta de dólares y las tensiones políticas ponen en riesgo la estabilidad financiera, mientras los economistas independientes y las calificadoras de riesgo alertan sobre el deterioro de los indicadores

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El presidente de Bolivia, Luis Arce (EFE)
El presidente de Bolivia, Luis Arce (EFE)

El gobierno de Luis Arce informó que el 98,7% de las reservas de oro del Banco Central están en el exterior, a cargo de “entidades financieras internacionales” que no identificó, pero logró, a duras penas, que el parlamento le autorice a vender las restantes.

El gobierno decidió informar que de las 43,05 toneladas de oro de las reservas, 42,51 toneladas “se encuentran depositadas en entidades financieras internacionales de alta calidad crediticia, y 0,54 toneladas (1,2%) están en sus bóvedas.”

Economistas independientes sospechan que la venta del oro restante de las reservas, unos 2.500 millones de dólares, dará un respiro al gobierno, pero solamente hasta diciembre.

Pero estas son minucias. La producción de oro por parte de empresas dominadas por consorcios chinos llegó en 2022 a 6.761 millones de dólares, aunque los impuestos sólo fueron 238 millones. Los mineros no aceptan que el Estado modifique la tasa tributaria.

Mientras tanto, usando una artimaña cibernética, el gobierno de Arce consiguió que la demanda de dólares no se refleje más en largas colas en las puertas del Banco Central, como ocurría desde marzo, y ahora se hagan personalmente, usando la web de la entidad, con la cual los interesados reciben un número y una fecha (ahora para julio próximo) en que podrán comprar dólares en el precio oficial, de 6,96, mientras en el mercado negro la cotización ha llegado a 7,90.

De todos modos, el ex presidente Evo Morales insiste en decir: “Lo mejor es reconocer: estamos mal, estamos en problemas, el pueblo lo sabe y que es necesario que el gobierno de Arce actúe con transparencia.”

“Qué bueno sería una cumbre nacional, no solo con la Central Obrera Boliviana, el Pacto de Unidad (del MAS) y las regiones, sino todos los bolivianos, con base en una información verídica de la situación económica”, propuso.

Pero la crisis económica no es observada solamente por los rivales políticos de Arce dentro y fuera del MAS, sino también por prestigiosas calificadoras de riesgo.

Fitch Ratings, Moody´s y Standar&Poors alertan el deterioro de varios indicadores, la caída de las reservas internacionales del Banco Central, las tensiones políticas que arriesgan la estabilidad. Y un nuevo artículo de The Economist, que sentencia que en Bolivia se “acabaron los dólares y también las ideas.”

El propio FMI bajó las posibilidades de crecimiento de la economía boliviana para este año, aunque la cotización de los bonos soberanos de Bolivia mejoró durante las tensas horas en que el gobierno de Arce había logrado una aprobación de la venta de oro violando el reglamento de los diputados.

(EFE)
(EFE)

En medio de esta crisis en el MAS, todos querrían saber quién ordenó cerrar el grifo de la entrada de narco-dólares a la economía, que era un alivio en todo momento porque reemplazaba a los dólares del comercio legal.

En este momento, según organizaciones empresariales de Santa Cruz, las prohibiciones las exportaciones del agro, que se mantienen a pesar de la crisis, han impedido el ingreso de por los menos 6.000 millones de dólares a la economía.

La escasez de narco-dólares es reflejada por la cotización del mercado negro, lo que ha comenzado a impactar en algunos precios de la canasta familiar, pero el gobierno de Arce insiste en que todo está bien y que los rumores de crisis son creados por “la derecha”.

En el parlamento, donde fue difícil para el gobierno lograr la aprobación para la venta de los dólares que quedan en el Banco Central, los diputados del frente de Arce dijeron que entendían la negativa de los opositores, pero no podían concebir que los leales al cocalero Morales estén en lo mismo.

La aprobación de la ley que autoriza la venta del oro restante llegó cuando uno de los seguidores de Morales estaba convenciendo a los opositores que se sumen a una comisión para entrar al Banco Central y verificar cuanto oro queda en sus bóvedas.

Pero la ministra de la presidencia, María Nela Prada, asegura que toda la información sobre la crisis económica forma parte de una conspiración que se propondría derrocar al presidente Arce y romper la democracia.

En los círculos próximos a Arce se alimenta la sospecha de que la conspiración está dirigida a que el presidente renuncie y se llame a elecciones anticipadas.

Dice la sospecha que si no fuera suficiente la crisis económica, los conspiradores podrían propiciar una intervención de las Fuerzas Armadas, algo que no se daba desde 1982.

La otra opción es que Morales se resigne a esperar hasta 2025, para cuando están fijadas las elecciones. El problema es que el cocalero está muy impaciente.

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