Al menos once privados de libertad de una cárcel en el occidente de Honduras resultaron heridos de bala este viernes en un tiroteo que las autoridades atribuyen a un plan de dos pandillas para una fuga masiva.
Según una escueta versión oficial, los pandilleros, de los barrios M-13 y 18, provocaron el tiroteo en la cárcel “El Pozo de Ilama” con el plan de una fuga masiva una vez que estuvieran hospitalizados en un hospital público de la ciudad de Santa Bárbara, departamento occidental del mismo nombre.
En un comunicado, la Secretaría de Seguridad indicó que personas que se harían pasar como familiares de los heridos, iban a atacar en el hospital a los custodios de la cárcel para llevar a cabo la fuga.
La versión oficial añade que se están analizando algunos videos en los que se ven algunos miembros de pandillas esperando en las salas de emergencia.
El hecho violento es el tercero que se registra en las últimas dos semanas en al menos cuatro cárceles, y el segundo después de que la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, designara a la viceministra de Seguridad, Julissa Villanueva, para una intervención del sistema penitenciario, compuesto por 25 cárceles, de las que cuatro fueron declaradas de “máxima seguridad” durante el gobierno pasado.
Villanueva anunció esta semana algunas de las medidas que se tomarán en todas las cárceles, para lo que dijo que contará con el apoyo de varias instituciones y la comunidad internacional
El pasado sábado, un reo murió y otros siete resultaron heridos en un motín simultáneo entre dos bandas en cuatro cárceles de Honduras, informó el Instituto Nacional Penitenciario (INP).
Los hechos se registraron en las cárceles de Ilama, departamento de Santa Bárbara (oeste); Morocelí, departamento de El Paraíso (este), y dos cercanas a Tegucigalpa, la capital de Honduras, indicó la portavoz del INP, Digna Aguilar.
Otras dos personas resultaron heridas en la Penitenciaría Nacional, cercana a Tegucigalpa.
La Policía hondureña indicó que no descarta que “las mismas personas que han orquestado actividades delictivas en el pasado para perjudicar la imagen del actual gobierno estén tras la planeación de estas acciones de amotinamiento en algunos centros de reclusión en el país”.
Medios locales dijeron que se escucharon muchos disparos en el interior de los penales, pero las autoridades no confirmaron si los reos tenían armas de fuego.
Las cárceles de Honduras son consideradas una “bomba de tiempo”, por el hacinamiento, los problemas de infraestructura y un gran número de presos en detención preventiva.
El sistema penitenciario de Honduras, compuesto por unas 26 cárceles, alberga a 19.658 presos, cuando su capacidad máxima es de 8.000, y menos de la mitad de los reclusos han sido sentenciados, según cifras oficiales.
El 4 julio de 2022, un enfrentamiento entre pandilleros presos culminó con seis reclusos muertos en el penal de Santa Bárbara.
Y el 27 de enero de 2022, cuatro reclusos murieron y otros 11 resultaron heridos en un enfrentamiento entre reos en la cárcel de El Porvenir,c en la costa del Caribe hondureño.
(Con información de EFE)
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