El juez del Tribunal Supremo de Brasil Alexandre de Moraes pidió este jueves a la Policía Federal que, en un plazo no superior a las 48 horas, interrogue al general Marco Gonçalves Dias, ex secretario de Seguridad Institucional (GSI), tras su dimisión al hacerse públicas nuevas imágenes del intento de Golpe de Estado del pasado 8 de enero en Brasilia.
“La prensa ha publicado gravísimas imágenes que indican la incompetente actuación de las autoridades responsables de la seguridad interna del Palacio del Planalto, incluida una ilícita y connivente omisión de diversos agentes del GSI”, señaló el magistrado del Supremo en su escrito a la Policía.
De Moraes pidió al nuevo responsable en funciones del GSI, Ricardo Cappelli, que informe al Supremo en un plazo de 24 horas sobre la identidad de todos los funcionarios públicos, tanto civiles como militares, que aparecen en esas nuevas imágenes difundidas en un primer momento por CNN Brasil.
A su vez, ha instado al Gobierno a que informe acerca del grado de cumplimiento de las dos órdenes dadas anteriormente sobre este caso, como son la obtención de las imágenes de todas las cámaras de Distrito Federal y los interrogatorios de todos los implicados en aquellos ataques a las instituciones, en Brasilia.
Las imágenes divulgadas por CNN Brasil muestran, entre otras cosas, como el entonces secretario del GSI, Gonçalves Dias, y otros funcionarios de la Secretaría de Seguridad, caminan entre los asaltantes del Palacio del Planalto, llegando incluso a ofrecerles botellas de agua e indicándoles la salida.
Horas después de hacerse públicas estas imágenes, Gonçalves Dias -quien era el único militar en el gabinete de Luiz Inácio Lula da Silva-, y su ‘número dos’, Ricardo José Nigri, presentaron su dimisión. En su defensa, alegan que estaban redirigiendo a los asaltantes hasta un punto donde serían detenidos.
Este jueves, el presidente Lula da Silva se ha manifestado públicamente por primera vez sobre esta salida, la cual, ha dicho no le ha molestado, zanjando la cuestión al afirmar que fue una decisión tomada por el propio Gonçalves Dias.
No obstante, la salida de Gonçalves Dias es vista por un sector del Gobierno como un paso previo a una reestructuración del GSI, tradicionalmente copado por militares, de ministerio a secretaría.
La desconfianza de la nueva administración quedó confirmada a principios de año después de los ataques del 8 de enero, los cuales sirvieron de justificación para la ola de ceses y destituciones que se produjeron.
(Con información de EuropaPress)
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