Los obispos de la Iglesia Católica de Bolivia manifestaron este jueves que la “libertad” está en “retroceso” en Bolivia y a nivel mundial ante intereses “mezquinos” de poder, problemas económicos y amenazas de guerras, pero que no hay que perder la esperanza de un mundo mejor basado en el amor y la fraternidad.
“La libertad está en claro retroceso en el concierto mundial y nacional, se imponen de nuevo los intereses que hacen que crezca en el mundo la manipulación del currículo escolar imponiendo no una verdad con base científica, sino la verdad de los propios grupos de poder”, expresó el presidente de la Conferencia Episcopal de Bolivia, Aurelio Pesoa.
En la ciudad de la central Cochabamba, Pesoa dio inicio a la CXII Asamblea de Obispos de Bolivia, que va desde este jueves hasta el próximo martes, con el lema “Proceso de escucha del clamor de la tierra y el grito de los pobres”.
Pesoa se refirió al currículo porque precisamente en Bolivia desde hace siete semanas los maestros urbanos han hecho varias protestas en rechazo al plan de estudios que consideran que está “ideologizado”.
“La libertad, la verdad y la justicia son valores fundamentales que retroceden peligrosamente ante los intereses mezquinos de quienes dictan la verdad y no dejan que se imponga la verdad misma”, prosiguió.
El presidente de la Conferencia Episcopal de Bolivia agregó que se viven situaciones preocupantes como la “limitación” de la libertad de expresión, opinión, de protesta, de disentir, de votar sin presiones.
“Existen presiones para limitar cada vez más la libertad, que es un derecho conquistado por los seres humanos con enormes sacrificios, cuando la libertad de los demás molesta entramos en situaciones de peligro para la humanidad y sus derechos fundamentales”, subrayó Pesoa.
Explicó que la libertad no es para hacer lo que cada uno quiera, sino que esté basado en el amor para lograr “escuchar sin imponer”.
Pesoa sostuvo que en este momento el mundo vive un panorama “sombrío” y que Bolivia no está exenta, como reconocer “los serios problemas económicos a los que nos estamos enfrentando” y que cuesta aceptar la opinión del prójimo y dialogar.
El monseñor sostuvo que ahora en “tantos lugares del mundo” las personas viven “amenazadas” por las “armas” y las “fuerzas de seguridad” que no buscan la “paz social”, sino la defensa de intereses económicos y de poder.
(Con información de EFE)
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