El presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, confirmó su viaje a Taiwán la semana entrante en una señal de apoyo a su par Tsai Ing-wen, en un momento en el que la soberanía de la isla está siendo amenazada por China.
Desde la oficina de presidencia guatemalteca confirmaron que el mandatario visitará Taipei entre el 24 y el 26 de abril.
“La visita del mandatario reafirmará el respaldo a la soberanía de Taiwán de la República de China, y afianzará los 86 años de las relaciones diplomáticas entre ambas naciones”, escribieron en un comunicado.
La visita de estado, que durará dos días, comenzará con un discurso de Giammattei en la sede del Poder Legislativo en la isla donde, a su vez, recibirá una medalla honorífica de manos del presidente del Congreso, You Si-kun. A continuación, la agenda contempla el paso por una exposición de café guatemalteco, una muestra de los intercambios de inversión que ambas naciones mantienen desde hace más de ocho décadas.
El respaldo de Guatemala a Ing-wen se dio a pesar de las últimas intimidaciones que el régimen de Xi Jinping lanzó recientemente para disuadir a los estados que aún reconocen la independencia de la isla y respaldan su defensa ante los avances militares.
“Recientemente, ha habido una retórica absurda acusando a China de cambiar unilateralmente el statu quo a través del estrecho de Taiwán mediante la fuerza o la coerción, y de perturbar la paz y la estabilidad a través del estrecho”, comenzó sentenciando en su discurso el ministro de Asuntos Exteriores de Beijing, Qin Gang, y agregó que “tales afirmaciones van en contra del sentido común básico sobre las relaciones internacionales y la justicia histórica”.
Es por ello que -aseguró- “nunca retrocederemos ante ningún acto que socave la soberanía y la seguridad de China” y amenazó con que “quienes jueguen con fuego con Taiwán acabarán quemándose”.
China lleva años reclamando a la isla como parte de su territorio y hasta ha prometido hacerse con su control algún día. Sin embargo, en el último tiempo, sus deseos han dejado de ser meras declaraciones para trasladarse a hechos concretos, simulacros de ataques y constantes amenazas por “peligrosas consecuencias”.
Para respaldar sus amenazas y acciones en la región, Beijing también ha recurrido a sus aliados para fortalecerse. El caso más reciente es el de Honduras que, hasta hace apenas unas semanas era aliado de Taiwán pero, el pasado 26 de marzo, el gobierno de Xiomara Castro decidió desconocer su soberanía para -así- tejer mayores lazos con el régimen.
Paraguay es otro ejemplo que ha resonado recientemente, luego de que el candidato a la presidencia en el país, Efraín Alegre, asegurara que los lazos entre Asunción y Taipéi “perjudican” al sector agrícola de la nación sudamericana.
Esto llevó al canciller taiwanés Joseph Wu a pedir que “explique sus declaraciones” y aclare su “postura oficial” al respecto.
De momento, Taipei cuenta sólo con el respaldo de 13 aliados en el mundo -la mayoría de ellos, pequeñas naciones con poco peso- aunque Estados Unidos ha sido un actor fuerte que le ha expresado apoyo en su lucha.
Además de las reuniones que funcionarios de ambas naciones han estado manteniendo desde el pasado año -cada vez con mayor frecuencia-, y las reiteradas maniobras militares conjuntas, Washington también se convirtió en el principal suministrador de armas al Ejército de la isla que, aunque significativamente menor, se encuentra equipado con artillería de última generación.
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