El ex secretario de Seguridad Institucional (GSI) de Brasil, el general Marco Gonçalves Dias, se presentó este viernes en la sede de la Policía Federal de Brasilia para brindar su testimonio por los violentos ataques del 8 de enero.
El jefe de la Seguridad presidencial permaneció durante cinco horas en el establecimiento, durante las cuales dio explicaciones sobre el ingreso de los manifestantes al Palacio del Planalto a una semana de la toma de mando de Luiz Inácio Lula da Silva y sobre su accionar durante estos episodios.
Puntualmente, Gonçalves Dias fue cuestionado por su pasividad y connivencia con los asaltantes, que quedó expuesta por unas imágenes en video que se difundieron la última semana, en las que se lo ve abriendo las puertas a los sujetos y les enseña el camino hacia una salida de emergencia, entre otras secuencias captadas por las cámaras.
También se lo indagó sobre sus motivos para no haber reaccionado en pos de detener a los asaltantes y se le pidió que identificara al resto de los funcionarios públicos que aparecen en el video y tampoco reaccionaron ante los hechos.
Según él, las conversaciones que mantuvieron y sus indicaciones fueron parte de una estrategia para redirigirlos hacia el punto donde serían detenidos aunque esta versión fue refutada por secuencias en las que se lo ve ofreciéndoles botellas de agua y ayuda.
La presencia del ex secretario ante las autoridades se dio luego de que el juez del Tribunal Supremo que se encarga de la investigación de este caso, Alexandre Moraes, lo ordenara.
“La prensa ha publicado gravísimas imágenes que indican la incompetente actuación de las utoridades responsables de la seguridad interna del Palacio del Planalto, incluida una ilícita y connivente omisión de diversos agentes del GSI”, señaló el magistrado del Supremo en el escrito que envió a la Policía.
La publicación de estas pruebas llevó a Gonçalves Dias a presentar su renuncia este miércoles, a pesar de formar parte del grupo de confianza del actual Presidente. Junto con él, dimitió su número dos, Ricardo José Nigri.
De todas formas, desde el Gabinete de Seguridad sostienen la inocencia del hombre y aseguran que las imágenes reflejan “la actuación de los agentes de seguridad, cuyo objetivo -en un primer momento-, era evacuar los pisos tercero y cuarto del Palacio”.
Gonçalves Dias era un militar muy próximo a Lula y ya se había desempeñado en la seguridad de la Presidencia en sus dos primeros mandatos, así como en los de su sucesora y ahijada política, Dilma Rousseff. También, estuvo a cargo de la seguridad del funcionario durante su campaña electoral de 2022.
En Brasil la lectura de la renuncia es entendida, por un sector del Gobierno, como un paso previo a la reestructuración del GSI, que tradicionalmente está copado de militares, de ministerio a secretaría. Esto se debe a la falta de confianza que se instaló aquel 8 de enero y que aún persiste.
(Con información de Europa Press)
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