El Parlamento chileno aprobó este martes reducir de 45 a 40 horas semanales la jornada laboral, una ley con gran apoyo ciudadano que aún debe ser promulgada por el presidente Gabriel Boric para entrar en vigor.
La Cámara de Diputadas y Diputados de Chile aprobó con 127 votos a favor y tan solo 14 en contra -todos ellos del ultraderechista Partido Republicano- esta propuesta de ley, formulada hace ya cuatro años por la entonces diputada y ahora portavoz del Ejecutivo, Camila Vallejo.
La norma, que cuenta también con el beneplácito tanto de los sindicatos como de las patronales empresariales, convierte a Chile en el segundo país de la región, tras Ecuador, en fijar la jornada en 40 horas semanales.
“Hoy día ha quedado demostrado que, aunque algunos pensaran que era imposible avanzar en una mejor calidad de vida para los trabajadores de nuestro país, sí se puede”, dijo tras la votación la ministra de Trabajo y Previsión Social, Jeanette Jara.
La medida, que podría ser promulgada el 1 de mayo con motivo del Día del Trabajador, propone una rebaja inicial de 45 a 44 horas laborales a la semana durante el primer año de vigencia de la ley.
La segunda reducción será hasta las 42 horas a partir del tercer año, mientras que la meta de 40 horas se alcanzará en el quinto año.
Jara destacó que la ley fue respaldada por una “contundente mayoría”, pues solo contó con la negativa del ultraderechista Partido Republicano, y recordó que la reducción de la jornada laboral “es una demanda que viene de muchos años atrás”.
“Agradecemos a muchos sectores de la oposición que dieron el paso y se sumaron al oficialismo. Creemos que esto se hace por el bien de todo Chile”, añadió.
El secretario de Trabajo de Chile, Giorgio Boccardo, explicó que el objetivo del Gobierno es implementar la jornada de 40 horas de forma paulatina durante los próximos cinco años, de tal forma que las empresas reduzcan por cada año una hora semanal de la jornada de sus empleados. Sin embargo, Boccardo confirmó que aquellas empresas que apuesten por una reducción inmediata de la jornada laboral, recibirán a cambio el ‘Sello 40 horas’, una certificación especial del Gobierno.
El proyecto inicial fue presentado en 2017 por el Partido Comunista -una de las formaciones políticas con las que gobierna Boric-, pero enfrentó muchas complicaciones durante sus primeras discusiones parlamentarias.
El mandatario progresista, que introdujo algunos cambios al proyecto inicial como la gradualidad, le dio un nuevo impulso el pasado año y en agosto pidió al Parlamento tramitarlo de manera “urgente”.
Una vez sea promulgado, Chile se convertirá, junto con Ecuador, en una excepción en la región, donde la jornada laboral en la mayoría de los países es de 48 horas semanales.
Con información de EFE y EuropaPress
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