Ecuador, ubicado entre Colombia y Perú, los dos mayores productores de cocaína del mundo, se ha convertido en el país de tránsito de Latinoamérica que más droga incautó el año pasado. Un análisis de Insight Crime, la plataforma especializada en crimen organizado, determinó que los decomisos ecuatorianos son solo superados por los colombianos, considerado un país productor. En términos generales, Ecuador sería el segundo país de la región con más incautaciones: 176 toneladas de cocaína en 2022.
El último informe mundial sobre la cocaína, elaborado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc), ya advertía sobre el incremento en la producción de cocaína y los puertos clave para el envío de droga desde Sudamérica a varios países del mundo. Ecuador ha sido calificado como un país de tránsito pues no produce cocaína pero sus puertos sí son los centros logísticos para el tráfico ilícito de sustancias alrededor del mundo: “El papel dominante de los puertos de Colombia como punto de partida parece estar disminuyendo, y los traficantes transitan cada vez más su producto por Centroamérica y otros países de Sudamérica”, advierte el estudio.
En Ecuador operan no solo traficantes locales sino extranjeros. El estudio de la Unodc advierte que: “traficantes de los balcanes y miembros de grupos criminales italianos se han instalado en Ecuador establecer líneas de suministro a los mercados europeos”.
Varios reportajes periodísticos publicados por Infobae, The Daily Mail y The Telegraph, por mencionar algunos, han alertado sobre la presencia de delincuentes albaneses que incluso han burlado a la justicia ecuatoriana o que han sido asesinados en Guayaquil.
Estos traficantes extranjeros trabajan como líderes o intermediarios de la red de tráfico de droga, según la Unodc. Los líderes, que operan en distintas ciudades, se encargan de contratar a un intermediario que a su vez busca los servicios de bandas o delincuentes locales para las distintas operaciones en la cadena de tráfico: transportar la droga, ocultarla en contenedores, sobornar a funcionarios, etc.
Un líder y un intermediario pueden trabajar con distintas bandas o delincuentes locales para cada una de las rutas de tráfico de droga en las que operan.
Según explica el informe de ONU, con base en las incautaciones realizadas por las autoridades ecuatorianas, la proporción de cocaína con destino a Europa aumentó del 9 % en 2019 al 33 % en 2021, aumentando a más del 50 % si solo se cuentan los casos en los que se conocía el destino. En 2021, la mayoría las mayores incautaciones en Ecuador se realizaron en la ciudad portuaria de Guayaquil.
En el informe de Unodc del año anterior, Ecuador se constituyó como el tercer país del mundo con más cocaína incautada.
De acuerdo con Insight Crime, “el aumento de los flujos de drogas a través de Ecuador ha traído consigo un aumento de la violencia. La tasa de homicidios del país prácticamente se duplicó en 2022 por segundo año consecutivo, y la policía atribuye la mayoría de estos asesinatos a enfrentamientos entre organizaciones narcotraficantes”.
El lunes, 10 de abril de 2023, el ministro del Interior, Juan Zapata, indicó que detrás de las muertas violentas hay un enfrentamiento entre bandas por lucha de territorio, economías ilegales, microtráfico, entre otros aspectos. Sin embargo, reconoció que sí existen muertes colaterales, ya que los delincuentes “perdieron los códigos, la muerte ya no es selectiva y disparan a mansalva y hay algunos inocentes que han fallecido”
En Ecuador, las autoridades enfrentan varias problemáticas luego de la incautación. La principal es la destrucción de la droga decomisada.
Luego de las pruebas químicas que establecen el tipo de droga y su grado de pureza, los paquetes decomisados se albergan en las bodegas del Ministerio del Interior. Para su destrucción, esa institución debe pedir la autorización de un juez.
Hay varias modalidades para la destrucción, incluyendo su incineración en hornos industriales. Sin embargo, el método de encapsulamiento es el que más atención atrae. Este proceso consiste en transformar la droga en una especie de cemento. Esta técnica permite que las autoridades puedan deshacerse más rápido de la droga, aunque el gobierno aclaró que el concreto de droga no se utiliza para la construcción de edificios, según publicó Los Ángeles Times.
De acuerdo con datos oficiales, publicados en Primicias, entre 2019 y marzo de 2023, las autoridades ecuatorianas incautaron 673 toneladas de droga, pero solo destruyeron 537 toneladas. Todavía quedan 135 toneladas por destruir.
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