En el Segundo Tribunal Oral en lo Penal de Santiago, en el edificio del Centro de Justicia capitalino, se llevó a cabo este martes la audiencia de comunicación de veredicto en el caso por la desaparición y muerte de Fernanda Maciel, de 21 años.
Felipe Rojas, el único imputado en la investigación, fue declarado culpable de los delitos de violación con homicidio y aborto. De esta forma, en unos días se conocerá la condena que deberá cumplir, en tanto, la Fiscalía Metropolitana Centro Norte solicitará que se le imponga la pena de presidio perpetuo calificado, la más alta en la legislación chilena.
Previamente, el imputado pidió perdón a la familia de Fernanda Maciel: ‘‘Sé que no existe forma de reparar el daño causado a la familia de ella y la mía. Me disculpo públicamente por todo lo que han tenido que pasar”
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Caso Fernanda Maciel
El sábado 10 de febrero de 2018 se perdió el rastro de la joven que presentaba un embarazo de siete meses. Sus restos, como los del bebé en gestación, fueron encontrados enterrados en una bodega cercana a su hogar en Conchalí, en el sector norte de Santiago, luego de una búsqueda de 500 días.
El testimonio de una joven de iniciales N.H.Z., ex pareja de Rojas, fue clave para que se concretara ese hallazgo en una indagatoria que había tenido varios desaciertos y controversias. El lugar había sido revisado por funcionarios de Carabineros cinco veces antes de que finalmente fuera encontrado el cuerpo.
“Surgen algunas dudas sobre el tiempo transcurrido, el lugar donde se ha encontrado a la víctima, si podría ser eso con anticipación y eso lo tiene que contestar y responder la fiscalía”, declaró el entonces ministro del Interior, Andrés Chadwick, ante los cuestionamientos por el tiempo en que la investigación tardó en obtener un resultado. “No hubo ni un solo momento en que el Ministerio Público dejara de tener interés en la investigación”, indicó en su momento el ex Fiscal Nacional Jorge Abbott.
Según informes emanados desde la Policía de Investigaciones (PDI), se trabajaron ocho hipótesis en torno a la desaparición de la joven de 21 años: abandono voluntario, secuestro, muerte natural, muerte accidental, participación de terceros (móvil pasional, ligado al narcotráfico y otro asociado a la figura de Felipe Rojas) y conducta autodestructiva (suicidio).
Cabe mencionar que Maciel trabajaba como mesera en un local del aeropuerto de Santiago. Primero se apuntó a un taxista que la trasladaba frecuentemente a controles médicos, pero luego de ser ubicado por Carabineros en El Quisco, localidad costera ubicada a 97 kilómetros de la capital chileno. El hombre negó su participación en el caso, y luego surgieron sospechas sobre la pareja de la joven, Luis Pettersen. Carabineros investigó su casa y encontró una pared de doble fondo. “Quiero que sepan que yo no la maté (...) lo único que quiero es que termine esto para encontrar a mi hija, a Fernanda y limpiar mi imagen”, afirmó en noviembre de 2018.
Rojas, por su parte, aprovechó la relación de amistad que mantenía con la joven, la superioridad de sus fuerzas, el estado de gravidez y contextura física de Maciel; se abalanzó violentamente sobre ella, para luego violarla, colocándole un vínculo de género en su cuello, apretándolo, hasta causarle la muerte por estrangulación.
Posteriormente, el autor del crimen excavó en la parte posterior del inmueble y depositó el cuerpo de la mujer, y del feto, en el interior del hoyo realizado, con el propósito de impedir su hallazgo; lo cubrió con cal y lo tapó con cemento y tierra.
Tras el hallazgo de sus restos en la bodega, Fernanda Maciel recién pudo ser sepultada en enero de 2020, casi dos años después de su desaparición.
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