El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, acusó este lunes a su antecesor, Jair Bolsonaro, de intentar “perpetuar el fascismo” en el país, durante el discurso en el que hizo balance de los 100 primeros días de su gestión.
En una reunión ministerial en Brasilia, Lula arremetió contra el líder ultraderechista, al que se refirió como “ese ciudadano”, por sus repetidas “ofensas” contra “la democracia, las mujeres, los negros, los gobernadores” regionales y la Corte Suprema mientras estuvo en el poder, entre 2019 y 2022.
Para el actual jefe de Estado, los poderes públicos nunca fueron tratados con “tanta falta de respeto” como durante los cuatro años en que su mayor adversario político estuvo en la Presidencia.
“Brasil volvió a tener un Gobierno, un Gobierno que se mira en el pueblo brasileño y se despierta temprano para trabajar”, indicó Lula, en el poder desde el pasado 1 de enero para cumplir su tercer mandato, tras los dos anteriores ejercidos entre 2003 y 2010.
Del mismo modo, Lula acusó a Bolsonaro de gastar “millones” de los presupuestos del Estado para intentar en vano su reelección en las presidenciales del pasado mes de octubre “con la perspectiva de perpetuar el fascismo” en Brasil.
Lula también hizo referencia al “intento de golpe de Estado” del pasado 8 de enero, cuando “un grupo de reaccionarios y fascistas”, seguidores de Bolsonaro, asaltaron y destrozaron las sedes de la Presidencia, el Congreso y el Supremo con el objetivo de derrocarle.
“No querían dejar el poder, no querían acatar el resultado electoral después de los millones del presupuesto que fueron usados para ganar las elecciones”, denunció.
Sin embargo, subrayó que al día siguiente el país vivió “un momento histórico”, cuando “la sociedad brasileña vio” a los jefes de los tres poderes de la República “defender la democracia” con una misma voz.
“Es un gesto que va a marcar nuestro mandato”, expresó.
Lula se reunió este lunes con todo su gabinete en el Palacio de Planalto para hacer balance de los primeros 100 días de su Gobierno y reforzar las líneas maestras de los otros “1.360 días” que aún tienen por delante para “seguir reconstruyendo” el país.
Jair Bolsonaro regresó el jueves 30 de marzo a Brasil, después de permanecer tres meses en Estados Unidos, país al que viajó dos días antes de dejar el poder, en un retorno en medio de un fuerte dispositivo de seguridad en el aeropuerto de Brasilia.
La semana pasada, respondió a “todas” las preguntas de la Policía Federal sobre las joyas que recibió por parte de Arabia Saudí y que conservó tras dejar el poder sin estar autorizado para ello.
La declaración de Bolsonaro “transcurrió de manera absolutamente tranquila, habiendo respondido a todas las indagaciones hechas por la Policía Federal. Fue una muy buena oportunidad para aclarar los hechos”, dijo en las redes sociales el ex ministro Fabio Wajngarten, un estrecho colaborador del ex mandatario.
El interrogatorio duró cerca de tres horas en la sede la Policía Federal en Brasilia, donde Bolsonaro entró y salió en un automóvil, sin dejarse ver y sin dar declaraciones.
(Con información de EFE)
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