El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, sostiene que existe un trío de políticos que conspiran en su contra. Esta no es la primera vez que lo asegura, antes en varias intervenciones públicas se ha referido al “triuvirato de la conspiración”. El mandatario, que enfrenta un proceso de juicio político, ha asegurado que el ex presidente Rafael Correa, el líder del Partido Social Cristiano de Ecuador, Jaime Nebot, y Leonidas Iza, presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), buscan desestabilizarlo. Así lo dijo el Jefe de Estado en una entrevista transmitida por la televisora Ecuavisa.
Lasso, cuyo mandato ha estado caracterizado por protestas, fuertes cuestionamientos a su gestión, baja popularidad y ahora un impeachment, dijo en la entrevista que se mantendrá en el poder hasta el 2025: “Yo voy a gobernar todo mi periodo, para eso estoy trabajando. El pueblo ecuatoriano me eligió para cuatro años, los triunviros de la conspiración no quieren respetar el periodo democrático”.
“Este es el cuarto intento de desestabilizar mi Gobierno: Los Pandora Papers; el levantamiento indígena de junio de 2022; en noviembre de 2022, con más de 12 atentados; y la cuarta intención es esta, más cinco revocatorias del mandato”, aseguró Lasso en el diálogo.
La última semana, la Corte Constitucional emitió un dictamen de admisibilidad parcial del trámite de juicio político en contra de Guillermo Lasso. En un lapso de 45 días, aproximadamente, el mandatario será interpelado en el congreso por el cargo de peculado relacionado con contrataciones de la Flota Petrolera Ecuatoriana y Amazonas Tanker. En esa sesión, Lasso podrá defenderse y luego los legisladores votaran por su destitución, para lo cual necesitarán al menos 92 votos.
Además, el mandatario ha señalado que Rafael Correa y sus partidarios le han pedido una comisión de la verdad para el expresidente, para que este pueda “ponerse como víctima” y lograr su impunidad. Correa fue sentenciado a ocho años de prisión por delitos en contra de la administración pública. Según Lasso, el ex mandatario “se mueve desde México, Argentina y otros países para conspirar”.
Sobre esto, Lasso se refirió al impase diplomático entre Ecuador y Argentina. El conflicto se generó porque la ex ministra ecuatoriana, María de los Ángeles Duarte, que estaba alojada en la residencia diplomática de Argentina en Quito, apareció sin explicaciones en la Embajada argentina en Caracas. Duarte, como Correa, también fue sentenciada en un caso de corrupción y debía cumplir con ocho años de cárcel: “Querían el salvoconducto de María de los Ángeles Duarte y claramente dijimos que no porque se trataba de un tema de corrupción. El señor Correa se colude con un gobierno extranjero para el escape de Duarte de la embajada de Argentina en Quito”, aseguró.
En cuanto al líder del socialcristianismo y ex alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, Lasso ha asegurado que este tiene un pacto con Correa. Además, el mandatario ha calificado a esta alianza como contranatural: “No podía ser opositor durante 12 años y al primer día pactar con aquel que no merece ningún trato democrático porque él fue el representante de un modelo autocrático, populista y totalitario”, dijo Lasso.
También, el presidente ecuatoriano ha asegurado que el líder indígena, Leonidas Iza, pone en riesgo la democracia y pretende estar por encima de la Constitución. Iza ha encabezado los levantamientos en contra de Lasso y, en el escenario que actualmente está el país, ha pedido la renuncia del presidente y ha señalado que las bases de la Conaie tomarán las calles: “Él es muy claro, en su libro El Estallido, es muy claro al mostrar sus ideas de anarquismo, sus ideas mariateguistas, violentas, que buscan crear guardias indígenas, eso no lo podemos permitir, por eso he denunciado al triunvirato de la conspiración”.
Sobre su defensa ante el Congreso, Lasso ha asegurado que debe quedar registrado en la Asamblea Nacional que él se defendió ante el cargo que le imputan. Además, dijo que luego de enfrentar a sus interpelantes analizará el uso del recurso constitucional popularmente conocido como muerte cruzada, que no es otra cosa sino la disolución anticipada de los poderes legislativos y la convocatoria anticipadas a elecciones. Si Lasso decreta dicha disolución recíproca, los diputados deberán abandonar sus cargos y el presidente gobernará bajo decreto ley hasta que se produzca la nueva contienda electoral.
Porte de armas para defensa personal
Luego de 12 años de prohibición y ante la escalada de violencia en las calles, el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, autorizó la tenencia y porte de armas de uso civil para defensa personal.
Según el decreto suscrito por el presidente, quienes quieran portar un arma deberán cumplir con varios requisitos establecidos legalmente como tener al menos 25 años de edad; obtener certificados psicológicos y toxicológicos del Ministerio de Salud Pública; además de un certificado de destreza en el manejo y uso del arma emitido por el Ministerio de Defensa Nacional; no tener sentencias ejecutoriadas por la comisión de un delito; no registrar antecedentes de violencia contra la mujer o miembros del núcleo familiar; y los demás que establezca el Ministerio de Defensa Nacional y el Comando Conjunto.
Lasso explicó en la entrevista que el porte de armas será regulado y que tomó esta decisión por el pedido de los ciudadanos.
Sin embargo, la decisión del mandatario ha sido cuestionada por expertos en derechos humanos, quienes no confían en las instituciones que deben entregar los permisos para tener y portar un arma. Mientras que otros sectores políticos han asegurado que la decisión es acertada aunque tardía y sin planificación.
Lasso también autorizó el uso de aerosoles de gas pimienta para defensa personal. Además, dispuso que los guardias de seguridad privada apoyen a la Policía Nacional en las tareas de vigilancia y seguridad, portando sus armas en los alrededores de sus puestos de trabajo. A estas medidas se suma la declaración del toque de queda para las ciudades más violentas del país, que incluyen a Guayaquil, Durán, Samborondón y a las provincias de Los Ríos y Santa Elena. Todas en la costa ecuatoriana.
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