Una alta fuente del gobierno ecuatoriano dijo a Infobae que las relaciones entre Ecuador y Argentina podrían “debilitarse” por los últimos sucesos relacionados con la ex ministra María de los Ángeles Duarte, condenada por corrupción y que escapó de la Embajada de Argentina en Quito, donde se había alojado desde abril de 2020.
Duarte abandonó la sede diplomática argentina el último fin de semana, según confirmó en un comunicado la Cancillería de Argentina: “Durante el pasado fin de semana del sábado 11 y domingo 12 de marzo de 2023 y encontrándose el embajador (Gabriel) Fuks desempeñando distintas tareas inherentes a su labor diplomática, no se registró presencia en el ala del edificio en la que Duarte Pesantes habitaba, distante de la residencia oficial del representante argentino, por lo que se procedió a hacer las recorridas correspondientes de las distintas dependencias, sin ubicar su paradero”.
A pesar de esto, según la información oficial ecuatoriana, apenas la tarde del lunes, el canciller argentino Santiago Cafiero comunicó formalmente sobre el escape de Duarte. La noticia se difundió la noche del 13 de marzo. A través de un comunicado, Ecuador indicó la mañana de este martes que el embajador argentino Gabriel Fuks fue convocado por segunda ocasión a dar detalles sobre cómo la ex ministra sentenciada por corrupción salió de la embajada.
Desde el Ministerio del Interior de Ecuador se confirmó que María de los Ángeles Duarte no tenía custodia policial por encontrarse alojada dentro de la sede diplomática argentina. En una entrevista en una radio local, el abogado defensor de Duarte, Diego Correa, aseguró que las veces que él ingresó a la Embajada de Argentina, siempre “había un control, un patrullero en la puerta. Había que registrarse para entrar”.
En noviembre pasado, el gobierno de Ecuador fue enfático en recordar a Argentina que, según las Convenciones de las Naciones Unidas e Interamericana contra la corrupción, no se podía conceder el asilo a la exministra pues fue condenada por corrupción. Sin embargo, el gobierno de Alberto Fernández le otorgó el asilo diplomático a Duarte en diciembre de 2022.
Por su parte, la Cancillería argentina, aseguró en su último comunicado que Duarte se ausentó de la embajada por decisión propia “y sin que haya mediado indicación alguna a las autoridades de la Embajada en la República del Ecuador”. Además, en el boletín oficial se menciona el pedido de salvoconducto que realizó a Ecuador y que fue rechazado por el gobierno de ese país: “siempre con el ánimo de fortalecer las buenas relaciones con la República del Ecuador, se entablaron esfuerzos en la búsqueda de un entendimiento común que al momento habían resultado infructuosos”.
María de los Ángeles Duarte fue condenada, en 2020, a ocho años de prisión por cohecho, un delito de corrupción en contra de la administración pública que fue juzgado dentro del caso Sobornos 2012-2016. Esta investigación judicial reveló una trama de financiamiento irregular del movimiento Alianza País, la coalición política que encabezó el expresidente Rafael Correa, también condenado, y que tuvo como una de sus principales protagonistas a la entonces ministra de Transporte y Obras Públicas.
Duarte fue investigada, juzgada y sentenciada por los más altos tribunales del país antes de que Guillermo Lasso asumiera la presidencia, en mayo de 2021. Según se comunicó oficialmente sobre este caso, dicha resolución judicial “contó con todas las garantías procesales”.
La ex ministra ecuatoriana está casada con un ciudadano argentino y permanecía en la Embajada argentina en Quito con uno de sus hijos, menor de edad y de nacionalidad argentina.
Según información de Infobae, Duarte viajó a Caracas, Venezuela, donde espera recibir el pasaporte argentino. Duarte continúa con el status de asilada diplomática de argentina, aunque en Ecuador es considerada prófuga de la justicia.
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