Opositores nicaragüenses despojados de su nacionalidad por el régimen de Ortega solicitaron la protección de la CIDH

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos aseguró que 31 de las 94 personas declaradas “apátridas” por la dictadura sandinista tienen más de 60 años y fueron castigadas con la eliminación de sus pensiones de vejez a las que por ley tienen derecho

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Opositores nicaragüenses despojados de su
Opositores nicaragüenses despojados de su nacionalidad por el régimen de Ortega solicitaron la protección de la CIDH. (EFE)

Un grupo opositores nicaragüenses que el mes pasado fueron despojados de su nacionalidad por la dictadura de Daniel Ortega, por considerarlos “traidores a la patria”, pidieron este viernes el apoyo y la protección de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

En una audiencia de oficio de la CIDH, celebrada en Los Angeles como parte de su período de sesiones, el organismo indicó en un informe que 31 de las 94 personas declaradas “apátridas” el pasado 16 de febrero tienen más de 60 años de edad y también fueron despojadas de sus pensiones de vejez a las que por ley tienen derecho.

“Tengo 69 años y trabajo desde los 18. Me fue anulada mi pensión y estoy en el destierro”, dijo en un video proyectado en la sesión la periodista y activista feminista Sofía Montenegro, una de las afectadas con el despojo de la nacionalidad.

Además de Montenegro, quien huyó del país tras conocerse la inédita resolución judicial del régimen de Ortega, los periodistas exiliados Lucía Pineda y Aníbal Toruño fueron despojados de sus viviendas, que pasaron a manos del Estado.

El traslado forzado es un crimen de lesa humanidad”, advirtió el abogado Uriel Pineda, radicado en México y que también fue desterrado por la dictadura sandinista. Pineda solicitó a la CIDH “medidas cautelares para todos los afectados”, a fin de poder contar “con una protección internacional”.

El despojo de la nacionalidad nicaragüense y la confiscación de bienes fueron aplicados, entre otros, al reconocido escritor Sergio Ramírez, a la poeta Gioconda Belli, así como a 22 periodistas, abogados, activistas sociales y defensores de derechos humanos exiliados desde las protestas sociales de 2018.

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El despojo de la nacionalidad nicaragüense y la confiscación de bienes fueron aplicados, entre otros, al reconocido escritor Sergio Ramírez, a la poeta Gioconda Belli, así como a 22 periodistas, abogados, activistas sociales y defensores de derechos humanos exiliados desde las protestas sociales de 2018.

Varios países han ofrecido la residencia y la nacionalidad a los nicaragüenses afectados, entre estos España, Argentina, Chile, Colombia, México y Brasil.

También fueron perjudicados con el retiro de la nacionalidad 222 opositores excarcelados y deportados a Estados Unidos el pasado 9 de febrero, entre ellos, siete ex aspirantes a la presidencia en las elecciones de 2021, cuando Ortega se reeligió para un cuarto mandato consecutivo.

Según la CIDH, al menos 87 de las 316 personas declaradas “apátridas” son beneficiarias de medidas provisionales de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) y una docena goza de medidas cautelares.

La comisión señaló que el retiro de la nacionalidad afecta también a hijos, nietos y otros familiares de los señalados por Ortega, que desde entonces viven soportando “amenazas y asedio policial” dentro de Nicaragua.

El informe citó el caso de una joven a quien se le expidió “una nueva acta de nacimiento, luego de borrar el apellido del padre”, lo cual ahora afecta sus trámites en su país de residencia actual.

Despojarlos de su nacionalidad y eliminar sus nombres de los registros públicos tiene un impacto en la identidad y la vida de las personas y de sus hijos”, afirmó Esmeralda de Troitiño, relatora para Nicaragua de la CIDH.

Indicó que los países signatarios de la Convención contra la Apatridia deberían acoger a las personas afectadas, por lo que instó a los nicaragüenses a “explorar” alternativas de ciudadanía en esas naciones.

La comisión señaló que el
La comisión señaló que el retiro de la nacionalidad afecta también a hijos, nietos y otros familiares de los señalados por Ortega, que desde entonces viven soportando “amenazas y asedio policial” dentro de Nicaragua. (AP)

La pérdida de la nacionalidad equivale a la muerte civil y esto es un delito grave”, advirtió a su vez el comisionado Joel Hernández, que acompañó a la CIDH durante sus primeras visitas a Nicaragua en 2018, para documentar violaciones de derechos humanos durante la represión estatal a las protestas cívicas.

Por su parte Carla Sequeira, abogada y defensora de derechos humanos, también exiliada, abogó por la vida y la integridad de 37 “presos políticos” -36 hombres y una mujer- que aún están encarcelados, entre ellos, el obispo católico Rolando Álvarez y el reo Fanor Alejandro Ramos, que se negaron a abordar el avión rumbo al destierro el pasado 9 de febrero.

Pedimos a la CIDH que siga acompañando a las víctimas con medidas cautelares de manera diligente”, dijo a su vez Braulio Abarca, del colectivo de derechos humanos Nicaragua Nunca Más.

Al cierre de la audiencia, la presidenta de la Comisión, Margarette May Macaulay, dijo que el régimen de Nicaragua actuó “de manera ilegal y en violación de leyes existentes”, y prometió que la CIDH seguirá “trabajando ávidamente para procurar corregir estas violaciones graves y desproporcionadas contra el pueblo de Nicaragua”.

(Con información de The Associated Press)

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