La directora de la cárcel de mujeres de Guayaquil fue atacada por hombres armados que dispararon en contra del vehículo en el que se movilizaba. La funcionaria, que asumió el cargo en febrero de este año, estaba acompañada de dos policías que eran parte de su custodia de seguridad y de su hermana. Los agentes fueron heridos, uno en el antebrazo y otro en la cabeza, y son atendidos en una casa de Salud aunque su pronóstico es reservado.
La funcionaria, cuya identidad no ha sido revelado por cuestiones de seguridad, según informó el Servicio de Atención Integral (SNAI), encargado de las cárceles, fue interceptada por otro auto en la vía a Daule. La directora salía de la cárcel y se dirigía a Guayaquil. Un vehículo tipo Jeep les bloqueó el paso y de este se bajaron hombres que les dispararon. Esta no es la primera vez que un atentado como este sucede, según contó Karol Noroña, periodista especializada en seguridad, en enero de 2022, la directora de la misma cárcel también sobrevivió a un atentado.
En este ataque, los hombres utilizaron fusiles calibre 2.23 e impactaron en la zona de la puerta derecha del copiloto y en la parte delantera del vehículo de la directora.
En un comunicado oficial, el SNAI calificó de “repudiable” y “lamentable” al atentado en contra de la directora. La entidad aseguró que la Policía Nacional realiza las investigaciones necesarias para determinar a los responsables de este hecho.
Por su parte, el ministro del Interior, Juan Zapata, deseó la “pronta recuperación” de los policías heridos y también rechazó lo sucedido. Según dio a conocer El Universo, el general Edwin Noguera, jefe policial de la Zona 8, que integra a Guayaquil, Durán y Samborondón, visitó a los policías heridos.
Un director de cárcel asesinado
Las amenazas y amedrentamientos en contra de funcionarios judiciales y gubernamentales vinculados a las cárceles no son nuevos en Ecuador. En diciembre de 2022, el director de la cárcel de Quito fue acribillado.
El coronel de la Policía Nacional de Ecuador en servicio pasivo, Santiago Loza, llevaba menos de un mes en el cargo – al igual que la funcionaria de Guayaquil– cuando dos sujetos le dispararon mientras conducía hacia su trabajo.
Loza ejercía sus funciones en una prisión que está bajo el control de la banda criminal Los Lobos, que se había pronunciado, junto con otros cinco grupos criminales, a favor de un acuerdo de pacificación en noviembre de 2022.
En ese momento, seis bandas aseguraron que se acogerían a un acuerdo de paz para frenar las masacres carcelarias: “Estamos unidos para neutralizar estos actos violentos en contra de la ciudadanía en general y el Estado. Señor presidente, nosotros no estamos en guerra con el Estado ni somos beneficiarios de extorsiones ni secuestros ni de atentados que ocurrieron en los últimos días perpetrados por organizaciones contrarias”, aseguró uno de los voceros.
Durante la corta gestión de Loza varios miembros de Los Lobos fueron trasladados a otras prisiones, lo que provocó que se produjera la undécima masacre carcelaria en la prisión de la que Loza estaba a cargo.
En febrero de 2023 se cumplieron dos años del inicio de las matanzas en las prisiones en Ecuador. La violencia carcelaria, que se ha trasladado a las calles del país, desnudó la deficiencia gubernamental en ejercer la rectoría dentro de las prisiones. El gobierno nacional ha asegurado que la ola de violencia es la respuesta a las acciones en contra del crimen organizado, el narcotráfico y las mafias que operan en el país.
Guayaquil, la capital comercial del Ecuador, es una de las ciudades más afectadas. Los puertos de la urbe se han convertido en los centros logísticos para el tráfico de droga hacia el mundo, según el Departamento de Seguridad de los Estados Unidos. Además, en Guayaquil está la cárcel más violenta del país. Esto sumado a la violencia en las calles la ha convertido en una de las 50 ciudades más peligrosas del mundo.
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