Chile aprobó este martes una nueva prórroga del estado de excepción en las regiones de La Araucanía y Biobío por un plazo adicional de 15 días, por lo que estará vigente hasta el 27 de marzo.
Esta extensión, que obtuvo 58 votos a favor, 5 en contra y 2 abstenciones en la Cámara de Diputados, es la décimo novena renovación del estado de excepción, impuesta para enfrentar hechos de violencia en la región, ubicada en la zona central del país.
A la discusión y votación en Sala asistió la ministra de la Secretaría General de la Presidencia, Ana Lya Uriarte. Asimismo, la ministra de Interior y Seguridad Pública, Carolina Tohá, y su par de Defensa, Maya Fernández, fueron parte del proceso legislativo y acompañaron el debate parlamentario.
Las autoridades han reconocido que esta medida es una herramienta excepcional y transitoria, que no es suficiente por sí misma, por lo que han recordado que este mes el presidente del país, Gabriel Boric, anunciará nuevas medidas.
Según consta en un informe, durante la vigencia del decreto más de 350 personas han sido detenidas, tal y como ha informado el periódico chileno La Tercera.
“En los últimos 15 días ha habido varios ataques, y con ataques preocupantes. Porque a la persona que fue atacada no es ningún consuelo saber que el año pasado hubo más ataques. No le resuelve ningún problema”, expresó la ministra de Interior, Carolina Tohá.
“Si nos importa realmente La Araucanía y el Biobío trabajemos en profundidad. Qué cosas han funcionado y qué falta”, agregó.
El Gobierno dictó por primera vez esta medida el 16 de mayo de 2022, desde entonces, el Ejecutivo chileno ha prorrogado el estado de excepción mediante decretos.
Las regiones en las que rige esta medida excepcional sufren desde hace meses una escalada de sabotajes a maquinaria forestal, incendios a propiedades y viviendas, además de robo de madera y tiroteos.
Esta herramienta constitucional permite el despliegue militar en la zona para que ayuden a Carabineros (Policía militarizada) a controlar el orden público, incluyendo vigilancia en las principales carreteras y caminos aledaños.
En La Araucanía y otras zonas del sur de Chile existe desde hace décadas una disputa territorial entre el Estado, algunas comunidades mapuche y empresas forestales que explotan tierras consideradas ancestrales por los indígenas.
El pueblo mapuche, la etnia indígena más numerosa de Chile, reclama las tierras que habitaron durante siglos, antes de que fueran ocupadas a la fuerza por el Estado chileno a fines del siglo XIX en un proceso conocido oficialmente como la “Pacificación de La Araucanía” y que ahora pertenecen en su mayoría a empresas forestales.
(Con información de EFE y Europa Press)
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