El buque de guerra Makran, el más grande de la armada iraní; y Dena están anclados frente a las costas de Río de Janeiro luego de recibir un permiso por parte del gobierno de Lula da Silva. Tienen autorización para estar en el país hasta el próximo sábado 4 de marzo.
El Makran se incorporó a la flota naval de Irán el 13 de enero de 2021, de acuerdo a lo que consignó en su momento la agencia de noticias local Iran Press News Agency.
Las descripciones lo señalan como un porta-helicópteros de 228 metros de eslora y 42 de manga. La embarcación militar, transformada en petrolero, es la más grande del país.
Con una cubierta muy amplia, puede albergar cinco helicópteros al mismo tiempo, que pueden encender sus motores y despegar al mismo tiempo. En total son 121 mil toneladas, que pueden alcanzar una velocidad final de hasta 27,7 km/h y flotar a una altura de 21,5 metros.
En tanto, el Dena es una fragata recientemente incluida en la armada iraní tras haber sido diseñada y construida por ella misma. Entró en operaciones en junio de 2021 y, además de estar equipada con varias armas, como torpedos y cañones navales, también tiene misiles de crucero antibuque.
Este modelo, que es más pequeño y liviano que el Makran, tiene 95 metros de largo y soporta un peso de hasta 1.500 toneladas. Es propulsado por dos motores de 500 kW y cuatro generadores diésel de 550 kW. Puede alcanzar una velocidad máxima de 55,6 km/h y albergar una tripulación de hasta 140 personas.
La autorización del viernes pasado fue la segunda concesión de este tipo, ya que en enero el Makran y el buque Dena habían solicitado y recibido el permiso. Los dos despachos fueron firmados por el Subjefe de Estado Mayor de la Armada de Brasil, Carlos Eduardo Horta Arentz.
La presencia de los buques de guerra iraníes en las costas brasileñas sigue irritando a Estados Unidos, que busca estrechar lazos con el gobierno de Lula, que asumió el poder el pasado 1 de enero.
En una rueda de prensa celebrada el 15 de febrero, la embajadora estadounidense Elizabeth Bagley instó a Brasil a no permitir el atraque de los buques. “En el pasado, esos barcos facilitaron el comercio ilegal y las actividades terroristas, y también han sido sancionados por Estados Unidos. Brasil es una nación soberana, pero creemos firmemente que esos barcos no deben atracar en ningún sitio”, sostuvo.
“Seguimos vigilando los intentos de Irán de tener una presencia militar en el hemisferio occidental”, dijo en enero un vocero del Departamento de Estado a Fox News.
La diplomacia con Irán fue uno de los aspectos más destacados de los intentos de Lula por reforzar la posición internacional de Brasil durante sus anteriores mandatos presidenciales. En 2010 viajó a Teherán para reunirse con el entonces presidente Mahmud Ahmadineyad, mientras intentaba negociar un acuerdo nuclear entre Irán y EEUU.
A principios de este año, el comandante de la armada de la República Islámica expresó: “Hemos estado presentes en todos los estrechos estratégicos del mundo. (...) En uno de los cuales estaremos presentes este año y tenemos previsto estarlo en el Canal de Panamá”. Ese paso es vital para la región, ya que conecta aproximadamente el 6% del comercio mundial.
Por su parte, el senador estadounidense Marco Rubio, republicano por Florida, expresó su alarma por la creciente presencia de Irán en el hemisferio occidental.
“La capacidad de Teherán para ampliar su presencia militar en nuestro hemisferio debería ser una señal de advertencia, especialmente porque pretende apoyar a los regímenes marxistas de izquierdas que socavarán la paz y la estabilidad en toda la región”, apuntó a Fox News.
El régimen de Irán fue clasificado por sucesivas administraciones como el peor Estado del mundo patrocinador del terrorismo internacional.
Seguir leyendo: