La Corte Suprema de Brasil archivó este sábado tres acciones judiciales contra el presidente Luiz Inácio Lula da Silva en el marco de las operaciones anticorrupción Lava Jato y Zelotes y que se encontraban suspendidas en la Justicia.
El magistrado Ricardo Lewandowski, del Supremo Tribunal Federal (STF), decidió “trancar y cerrar” las acciones que vinculaban al gobernante con donaciones sospechosas de la ex constructora Odebrecht al Instituto Lula y a la compra sospechosa de la sede.
La otra acción era sobre las irregularidades en la compra de aviones de combate suecos durante el Gobierno de la ex presidenta Dilma Rousseff (2011-2016) y en las que Lula habría interferido.
Las dos primeras acciones estaban suspendidas desde septiembre de 2021 y la tercera, por la compra de los cazabombarderos F-39 de la fabricante sueca Gripenc, también fue suspendida en marzo del año pasado.
Para Lewandowski, citado por el servicio estatal de noticias Agencia Brasil, las pruebas en las acciones eran ilegales y “carentes de comprobación mínima”.
“Son, de hecho, imputaciones calcadas en pruebas contaminadas, que fueron producidas, custodiadas y utilizadas de forma ilícita e ilegítima, lo que evidencia ausencia de justa causa para su continuación”, agregó.
Las acciones constaban en el acuerdo con la Justicia realizado por Odebrecht, una de las empresas blanco de la Operación Lava Jato, que descubrió un millonario esquema de desvío de dinero público, principalmente de la petrolera Petrobras, para favorecer a varios políticos.
En agosto del año pasado, Lula da Silva reconoció que si bien durante su anterior gobierno “no puede decir que no hubo corrupción”, recalcó que ésta “solo aparece cuando permites que se investigue”.
“Si alguien se equivoca, alguien comete un delito, se investiga, se juzga, se condena o se absuelve y el problema está resuelto”, expresó Lula da Silva que, además denunció denunció en ese momento que durante los últimos cinco años fue “masacrado”.
“¿Cuál fue el error de Lava Jato? Pues que tomó un camino político delicado. Lava Jato rebasó los límites de la investigación y entró en los de la política. El objetivo era condenar a Lula”, dijo el mandatario brasileño en relación con el caso por corrupción que provocó su entrada en la cárcel, aunque duró apenas un año, el tiempo que tardó en salir tras comprobarse mala praxis por parte de la Justicia.
Lula da Silva también lamentó que Brasil haya pasado de aquella sana polarización que representaba el Partido de los Trabajadores (PT) y el Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB) a la “incitación al odio” que representaba el ex presidente, Jair Bolsonaro.
(Con información de EFE y Europa Press)
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