Las calles de Surinam se han vuelto, en las últimas horas, el escenario de fuertes enfrentamientos entre manifestantes y la policía. Este viernes, un grupo de personas ingresó por la fuerza en la sede del Parlamento, en la ciudad capital de Paramaribo, mientras otro grupo de cientos rompían ventanas, saqueaban las tiendas cercanas y provocaban incendios.
Estas protestas, inicialmente pacíficas, surgieron en señal de reclamo por las recientes medidas de austeridad que el Ejecutivo surinamés decretó por recomendación del Fondo Monetario Internacional para que el país se mantenga dentro de sus pautas de gasto público. Ellas incluyen el fin a los subsidios sobre el combustible, el gas y la electricidad, lo que derivó en una fuerte alza en sus precios, que se replica también en otros productos básicos en un contexto de elevada inflación. Esto sumado al debilitamiento de la moneda local -el dólar surinamés- dificulta la vida diaria en el país que, en 2022, registró una inflación del 54,6 por ciento.
Por su parte, desde el Gobierno sostienen que la medida permitirá el ahorro de aproximadamente 10.9 millones de dólares al año.
Entre los gritos que se oían en las calles se pedía con gran firmeza la dimisión del presidente Chandrikapersad Santokhi por su incapacidad de hacer frente a la crisis, así como de su segundo, el vicepresidente Ronnie Brunswijk, del Partido de Liberación General y Desarrollo. “Chan vete a casa”, reportan haber escuchado periodistas locales.
Si bien en un comienzo los manifestantes estaban reunidos en las calles en un clima de paz, la situación se desvirtuó cuando un grupo comenzó a atacar a las fuerzas policiales que se apersonaron para poner orden y fueron apuntados con piedras, botellas y macetas. A continuación, ingresaron en la sede del Legislativo aunque fueron obligados a retroceder.
Las fuerzas de seguridad respondieron con gases lacrimógenos y tiros de fogueo en un intento de dispersar los focos. Por su parte, las autoridades condenaron los ataques y aseguraron que conformaron un grupo de trabajo para localizar y llevar ante la Justicia a los responsables de estos incidentes.
“El gobierno respeta el derecho de todos a protestar, pero no tolerará acciones como las que se han manifestado hoy”, se lee en comunicado difundido por el gabinete de Santokhi y agrega que “se tomarán medidas enérgicas contra los individuos que instruyeron, llevaron a cabo y causaron destrozos en estos ataques”.
Junto a estos episodios en la capital, al menos dos sindicatos de trabajadores encabezaron huelgas que provocaron el cierre de bancos, puertos y escuelas, también en señal de descontento con las medidas emprendidas por el Gobierno. Asimismo, el pasado viernes ya se habían dado otras protestas bajo el liderazgo del activista Sibrano Pique y, este martes, C-47 -uno de los mayores sindicatos-, había enviado un ultimátum al Presidente.
Sin embargo, no fue únicamente en la gente donde fueron mal recibidos los anuncios sino que, al interior del propio Ejecutivo se generaron tensiones. Así, este miércoles, miembros del Partido Nacional de Surinam -el partido más pequeño en el Gobierno- anunciaron su retirada de la coalición, que pertenece al Partido de la Reforma Progresista.
(Con información de AP, Reuters y EFE)
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