El caso de la joven estudiante Narumi Kurosaki, quien desapareció en diciembre de 2016 en Besanzón, ciudad universitaria ubicada al este de Francia, está lejos de concluir, pues apareció un testigo clave que aseguró haber visto con vida a la japonesa, lo que podría provocar un giro rotundo en el caso que tiene al chileno Nicolás Zepeda como único condenado por el homicidio de la joven.
Cabe recordar que Zepeda fue condenado en Francia a 28 años de prisión, acusado del homicidio de Kurosaki en el país europeo. Sin embargo, el joven de 31 años volverá a comparecer ante los tribunales franceses el próximo martes 21 de febrero de 2023, tras una acción judicial interpuesta por su defensa, a pesar de que en abril del año pasado, un jurado compuesto por nueve personas determinó que el chileno, efectivamente, mató a su ex pareja -a quien conoció en 2014 en Japón- y se deshizo de su cuerpo, el cual todavía no es encontrado.
Nicolás Zepeda, en tanto, ha reiterado su inocencia hasta el último día de juicio. No obstante, la Fiscalía francesa presentó una serie de pruebas que lo inculpan, como por ejemplo el viaje que realizó a Francia justo a la ciudad en la cual Narumi hacía decidido asentarse para estudiar francés, tras haberle puesto punto final a su relación. Asimismo, estudiantes escucharon gritos desde el dormitorio de Narumi y se le perdió el rastro luego de este incidente.
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En aquel momento, las autoridades francesas comprobaron que Zepeda compró cinco litros de bencina y fósforos. Además, arrendó un auto que devolvió lleno de barro, por lo que se presume que estuvo presente en zonas boscosas, alejadas de la urbe. Del mismo modo, en concordancia con la Fiscalía, el chileno habría lanzado los restos de la víctima al río Doubs, por lo que estos habrían terminado en las aguas debajo de la presa de Crissey.
Testigo clave
Por otro lado, un testimonio que presentará la defensa de Nicolás Zepeda en la apelación del próximo martes, contradice radicalmente la versión de las autoridades judiciales, puesto que la víctima habría sido vista en un restaurante seis días después del controvertido incidente en su departamento de la residencia universitaria.
Así lo indicó Said Neremi en entrevista con el medio chileno 24 Horas, afirmando que se encontró con ella el 11 de diciembre de 2016. “Entré y vi inmediatamente a un militar que había visto antes. Acompañaba a una joven asiática que lloraba. Me senté en la mesa de al lado y escuché lo que decían. Ella decía ‘no me puedo quedar aquí, tengo miedo, él va a volver, me tengo que ir’; puse atención y escuché que el militar dijo: “No te preocupes, conmigo estarás segura, soy un militar-”, relata.
En ese sentido, Said asegura que escuchó cuando el sujeto le sugirió que viajaran a Metz, una ciudad ubicada a tres horas de Besanzón, mientras la joven estudiante lloraba lamentando no poder volver a ver a sus amigos y profesores para despedirse.
En esa instancia en particular, el testigo habría aprovechado un momento donde el otro hombre se levantó, para sentarse a la mesa y ofrecerle ayuda. “Le pregunto ¿cuál es tu nombre? y me dice ‘me llamo Narumi’, entonces le hago una broma y le digo ¿eres hermana de Naruto? (…) Si estás en problemas dime y te puedo ayudar. Ella me dice que no, que muchas gracias, pero que se tenía que ir”, sostuvo.
Finalmente, con el paso de las jornadas, el testigo reconoció a la joven en las fotos que publicaron los noticieros franceses, decidiéndose a ir a la policía a entregar su testimonio.
“Llamé a la policía y les dije ‘escuchen, la mujer que está ahí no está muerta’, ‘¿cómo que no?’ me preguntan y les digo -yo hablé con ella el domingo 11 de diciembre y se fue en dirección a Metz-”, añadió.
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